lunes, 30 de diciembre de 2024
Hágase el amor
sábado, 28 de diciembre de 2024
Las voces delgadas siempre terminan por quebrarse
[68]
El Heike es el relato de la caducidad de las glorias humanas. Lúgubre premonición, abre la crónica el tañido de la campana del monasterio de Gion. Lamento por un destino inexorable que fluye arrastrando esplendor y vileza. Hado fugaz que culmina en el Libro Sexto con el suicidio del emperador niño en los brazos de su abuela. A lo largo de los episodios resuena la campana evocando la extinción de una estirpe que rememora la última heredera del clan disperso como la arena del desierto.
[...]
Quise luchar con él porque había vuelto el insomnio y me apetecía destruir algo hermoso.
Quería destruir todas las cosas hermosas que nunca tendría.
Incendiar las selvas tropicales del Amazonas.
Provocar emisiones de cloro-fluorocarbonos que destruyan el ozono.
Abrir las válvulas de los contenedores de los superpetroleros
y verter directamente al océano el crudo de los pozos petrolíferos.
Quería matar todos los peces que no podía permitirme comer,
y empantanar las playas francesas que nunca llegaría a ver.
Deseaba que el mundo entero tocara fondo.
Chuck Palahniuk
viernes, 27 de diciembre de 2024
La solidez de las sombras
No era nuestro el reino, sino el exilio.
Una casa cercada por la luz primera, vigilada en el amanecer.
El camino se abrió, pero no era primavera.
Las gotas caían desde lo alto, mudas, incomprensibles.
Hablé de criaturas rápidas, ansiosas, que olfateaban visiones.
El camino se cerró, la nube siguió su curso,
y la corriente nos llevó, arrancando hojas al mundo.
Cantábamos:
“Miren sus piernas endurecidas por el dios de las alucinaciones,
miren el amor desde la cima de su risa”.
Enloquecimos.
Primero con el canto de las aves, luego con el aire inquieto bajo sus alas.
El hombre, frágil y voraz, derriba árboles en su marcha hacia las tormentas.
Nos encendimos en la memoria del cáñamo,
brillamos desde el exilio,
y convulsionamos al margen del día, ajenos a su orden.
Guardamos el fuego como si fuera un secreto robado.
Proclamamos nuestra la tierra de las ballenas,
su espuma final abandonada en la arena,
el desgarrón de la carne que vuela lejos,
hacia territorios donde los abismos son verdades.
Pequeños suicidas conocen el imperio de la voluntad:
derriban fronteras,
atraviesan la selva siguiendo la luz que huye,
dejan a la noche rota,
su corazón latiendo solo, indescifrable.
La sombra trazó su mecánica en el cielo,
y en su cuadratura vimos el fin.
martes, 24 de diciembre de 2024
Los hambrientos optimistas
Epifanía en los jardines químicos
[36]
Anda pequeño, este desastre lo hicimos juntos. Esta ruina y su memoria nos pertenecen, esta danza bajo el sol de los inútiles.
Intenta, corre.
Aguanta la respiración.
Sumérgete.
Este juego es solitario.
[81]
Ha lamido mis heridas para cicatrizar el sol de mi memoria
Esa bestia pasta en las praderas de mi corazón
Siete veces pez en lo profundo
Un simple mono
lunes, 23 de diciembre de 2024
A pesar del peligro de habitarte
[…]
Lo siento viejo "Hank", ser un hombre solitario es tierno. Las botellas siempre permanecerán vacías, así insistas en llenarlas. No se pude hacer nada contra la fatalidad. Así que me recuesto y escucho atentamente a Prévert:
Al pájaro que canta en mi cabeza
Y me repite que te amo
Y me repite que me amas
Al pájaro del fastidioso estribillo
Lo mataré mañana en la mañana.
viernes, 20 de diciembre de 2024
La ruta ilícita Boliviana: 18 de Febrero del 75
¿No era ese el árbol que querías filmar mientras ardía?
Esperamos a que los químicos revelen su voluntad en la película.
Todo demora, como si la imagen se negara a nacer.
Todo tendría sentido si supiera que una casa existe. Si entre sus muros flotaran nombres como partículas inquietas, provocando tormentas eléctricas. Lo sabes bien: esto no es sencillo. No hablamos solo de un lugar; donde la rabia y la ilusión se levantan sobre ausencias.
Una casa debería ser ese chispazo, un contacto eléctrico que oscurece el horizonte, que deja la respiración suspendida, innecesariamente viva, luminosa.
jueves, 19 de diciembre de 2024
Otra vez el manicomio del cielo
La redención es posible:
seducir los ojos de la furia a través del deseo,
ese que aguarda tras la contemplación.
Las espadas no son más que siervas de la voluntad,
brillan con violencia solo cuando las miradas
se apartan de su filo.
Habías recogido todo lo que creías esencial de la ribera,
sin pensar que la sombra, esa que refrescaba tu mente en los días soleados,
terminaría arrebatándotelo todo.
Poco a poco sentías que no pertenecías a ningún rincón del planeta,
de ahí tu obsesión por las ruinas,
por lo esencial que el tiempo no logró arrancarle a la voluntad.
¿Por qué tarda tanto en llegar?
No extraño la sensación de la lluvia,
pero algo, alguien,
debe barrer estas calles llenas de sombras.
Que queden desiertas,
como el desierto que llevamos dentro.
Déjame bailar y ver sus rostros estrellarse contra las paredes,
con esos gestos desencajados ante el desconcierto magnífico del mundo.
La naturaleza del desastre
[45]
Dicen que los nacimientos señalan la llegada de la muerte
[27]
He bailado toda la noche.
Ahora el amanecer me alcanza,
único descendiente del agua evaporándose en el primer fuego.
He bailado con esa mujer que no cree en la niebla,
que nos envuelve como un animal sigiloso.
Escucha el crujir de mis huesos,
destrozados por la música,
mira este baile que nos devora,
que nos hace desaparecer.
Amanece, y no encuentro un rincón para este desastre,
este torbellino de colores convirtiéndose en luz.
Alguna vez lo dijiste:
"Estamos ciegos."
Nos estrellamos contra todo,
y es hermoso ver cómo las cosas pierden su forma.
He bailado toda la noche,
roto mi jaula.
Todos los animales salvajes han escapado.
Mira cómo se devoran entre sí,
cómo soy este espectáculo de sangre.
Querida,
no puedo contener esta sonrisa monstruosa
que empieza a tragarse el mundo.
sábado, 14 de diciembre de 2024
Las nuevas oportunidades y las familias únicas
Día siguiente al "43"
[89]
Llegar a Berlín significó sentirse en casa, ¿a qué podríamos nombrar una casa?, mentiría si digo que tengo un imagen clara de los dos primeros días, solo destellos, una balacera brillante de instantes eternos, ahora detenidos por los químicos de un papel fotográfico, como decía el buen rey lagarto: "El rifle del francotirador es una prolongación de su ojo. Mata con injuriosa visión", la visión del vino, creo que me convertí por un momento en el asesino del fuego, devorando la memoria, mi memoria, para luego descubrir en ella, valiosos tesoros revestido por el olvido. La primera de esta noche a ustedes por su gran arte de no conocer fronteras en los límites de la realidad y tienen razón cuando dicen: "La vida es brillante y vacía como las bombillas que hoy nos ciegan".
lunes, 9 de diciembre de 2024
La nausea: El olor de los girasoles
El nombre de la criatura que lo abstrae es miedo.
Dijimos: Pronto los viajes cesarán.
Cuando el mundo era una idea reciente
Mi nombre es O.
Nada de lo que ves me pertenece.
Siento alivio al reconocer el derrumbe que acecha en toda templanza.
¿Cuál es el camino que recorres, enloquecido, buscando el aroma de algo olvidado?
Un dragón asciende desde mi columna vertebral y me enlaza con el cielo.
Cuando cierro los ojos,
me vuelvo una línea finísima que captura el vacío en fragmentos.
W dice que flota sobre un infierno de flores. Tal vez no lo hayas notado,
pero el espanto también tiene pétalos y colores fascinantes.
Mi mandíbula giró 360° al amanecer.
Recuerdo recordar tu nombre, cada vibración que detenía el vértigo suspendido en la breve idea de tu carne.
¿También buscas tesoros en las sombras, donde los ojos abandonan la certeza?
Esta procesión de sentidos, atrofiados por lo verdadero, acaricia los juncos de una infancia detenida por las distancias.
M, sabías que la fortaleza que buscas está enredada en los cabellos de una mujer semejante a mil mujeres de humo.
¿Sabías que guardan un relato?
También secuestraron el mar, el que imaginaron otros,
antes de que golpeara su desesperación contra las piedras.
viernes, 6 de diciembre de 2024
Las mentiras verdaderas
[43]
Ahora que las amenazas se han desplegado y los traidores reconocen en los espejos el rostro que, tarde o temprano, se hundirá en las sombras, la noche llegará. Bendecirá su memoria con un blanco absoluto, con un sonido extendido, tensado como cuerda invisible atravesando sus sentidos.
Sus rostros, deformados por plegarias nunca concedidas, brillan con una hermosura implacable, casi ajena al perdón.
[34]
Ayer, segundo domingo de la chicha blanca en Cusco, la mujer masticaba yuca, los dientes hundidos en la raíz, la risa quebrada en un ritual antiguo, más hambre que gesto. Escupía en un recipiente espumoso, el aire cargado de saliva fermentada, fiesta y tiempo atrapado en la madera del tazón. Masato, decían.
Hoy, en Tokio, la lluvia limpió las calles. Dos mujeres danzaban, hilos tensos entre sus dedos, el golpe de una campana cortando el aire húmedo. Se inclinan, mastican arroz, lo escupen, alimentan al dios de los flujos. Kuchikamizake, el nombre vibra en sus labios. Todo se une: el grano, el agua, los cuerpos entregados.
La saliva cruza océanos, arrastra países, frutos, dioses que ya no miran. Se fermenta la luz, un gesto que parece brotar de la tierra misma. ¿Y en la carne? ¿En el cuerpo? ¿Dónde habita el ritual?
Las deidades se fueron. Partieron antes del acto, antes de la celebración, antes de esa belleza que se escapa de toda palabra.
Queda el polvo.
Quedan los diarios olvidados de los niños en el hospital de Nagasaki.
jueves, 5 de diciembre de 2024
miércoles, 4 de diciembre de 2024
Reactor #45: La osadía del Uranio
Volver a casa. A esa casa que ahora es polvo, arrasada por el tiempo y el fuego. Lo mencionaste antes, como quien intenta convencerse y olvidar el desastre ocurrido.
Detrás de lo que fue nuestro reino, un bosque se alza, inmenso y ajeno. Sin paredes ni tejados, no sabemos quién fue el primero en huir. Solo dimos los pasos necesarios.
Las casas siempre terminan por ser ruinas: desastres disfrazados de refugios, prisiones dulces donde las muñecas y los tobillos conocen la presión del encierro.
A veces extraño el calor, el recuerdo ardiente del incendio, pero no las cenizas que dejó.
Uno se convierte en el peso de lo perdido.
[37]
4. La fila de hormigas parecía infinita. 32. Una procesión que ignoraba su propia existencia. 93. Miles actuando como una sola. 03. Nada alterará ese flujo perfecto. 21. La lente de una lupa concentrando el sol sobre sus cuerpos. 78. Después del deslumbramiento cotidiano. 66. Caíamos abrazados. 92. Y nuestras cabezas colapsando bajo el peso del sueño compartido. 41. Un pensamiento único atrapado en una semilla. 11. Amando el humo y la desesperación conseguida. 77. El peso de un nombre invisible que en las noches temes pronunciar. 97. ¿Quiénes fuimos para ese orden que ahora regresa como una promesa? 29. La columna interminable de cuerpos se pierde en el hormiguero de la memoria. 93. Aparece la imagen de un insecto fragmentado, que entra y desaparece para siempre, divido en su nuevo hogar.
[17]
Ser un satélite olvidado, un ojo demente que lo devora todo.
La luz talla la madera, abre grietas donde la vida se esconde. Luego el barniz, espeso, sella lo que ya no respira.
Elevo mi voz hacia un altar de latidos. Frutos abiertos donde los jugos corren y disuelven la amargura.
Dentro de mí resuena un eco, una partícula mínima que insiste en completar un gesto se encienda. El océano me inunda, llena mi boca con lenguas familiares.
Alzo mi voz hacia un espacio donde los latidos se transforman en rituales, ceremonia de frutas donde se deshace la amargura.
domingo, 24 de noviembre de 2024
Oreshnik: La lealtad del humo
sábado, 23 de noviembre de 2024
Los nuevos amaneceres
Sound track:
Jeff Buckley - Lover, You Should've Come Over
En su libro "Condición Postmoderna", David Harvey nos dice que, según Lacan, la esquizofrenia es un desorden lingüístico, una ruptura en la cadena significativa del sentido que crea una frase simple. Cuando se rompe esta cadena, tenemos un conjunto de significantes distintos y sin relación entre sí. La identidad es una cierta unificación temporal del pasado y el futuro con el presente delante de mí. Si las oraciones siguen la misma trayectoria, la incapacidad para unificar el pasado, el presente y el futuro en la misma frase señala la imposibilidad de unificar en nuestra propia existencia. El resultado es una serie de puro presente no relacionado. El mundo se presenta ante el esquizofrénico con una intensidad aumentada.
martes, 19 de noviembre de 2024
Cempazuchil
Atraído por el aroma del sol macerado en la boca de las flores,
perdí la dirección del puerto tras el jadeo constante del nopal.
Volví a la búsqueda, encarnado en el caracol y su doble prisión.
Tuve un rostro en la historia de revoluciones invisibles,
un vínculo sagrado con la estrella amada de los asesinos.
Aprendí el rito callado del primer hombre que busca un lugar para morir,
un abedul primordial aguardando el regreso de las mariposas.
Esta playa, en su memoria, me arrastra a su paranoia interminable,
mineral primordial regido por la turbulencia celeste.
Cuando el sol era un dios
y mi voz, un elemento precioso e inestable,
me volví agua, renovado por el ascenso del salmón
y su reino generoso de muerte.
En cada dimensión propuesta por sus matemáticas, prevaleció el fuego.
Las sombras, domesticadas,
y el lobo, presente en la escena cotidiana del pan.
Las oraciones se volvieron el sordo aleteo de una libélula,
el día renovado por el estallido de la semilla
que devuelve al sueño la calma,
haciendo posible la tempestad de la carne.
Los detalles de la arrogancia
Akm-918
*Saldremos y no dejaremos de girar*
jueves, 14 de noviembre de 2024
Solo dos puntos
Si vas a imaginarme alguna vez tendrá que ser por la mañana. Me gusta la mañana, me gusta empezar. Mi corazón se ha vuelto pequeño y tembloroso. Es un escenario donde caen todas las cometas con colas hechas de boletos capicúas. Las cosas se han aflojado de pronto y se han puesto errantes buscando su abismo. Mi corazón viaja por todo mi cuerpo con las velas desplegadas. Es el llanto atravesando los espejos sin cesar, desde el despertar más lejano, que pone lentitud en mis membranas.
Todo esto es para vos.
Julio Inverso
lunes, 11 de noviembre de 2024
San Francisco
También la creación me quema el vientre cuando la mañana se disfraza de sonrisa o mundo
Y sus modos animales encienden en nuestros cuerpos vapores
Ahora he paseado mis ojos por tus bóvedas custodiadas entre tu historia románica
Nunca te permitieron ver el cielo ciudad arena poco humana
Te han envuelto entre sombras tantas veces que repites tu nombre para saberte un cuerpo
Puntual goteas sobre nosotros tus casas tu marea de pasos
Tus santos ingenuos tus putas amando a quemarropa
Ahora el amanecer derrite la luna ayer no la miraste para que no cayera
Uniste las avenidas al brillo de los astros
Y los hombres descubrieron la muerte en las puertas de los sanatorios
Hasta quemarme la sangre repito tus huesos
Tus ojos partieron las calles en dos
TIENES LA BELLEZA DE UN ARMA EN SILENCIO
Desaparezco Disuelto en la multitud sin nombre
amante desbocada sin rumbo
Con los ojos lames el falo nocturno de una ciudad dormida
Sus edificios transparentes los consumen tus sueños
[5:00 am]
San Francisco barre de extremo a extremo con sus ojos piadosos la calle
*
Otra vez he encontrado un incendio en mi pecho
Un bosque tembloroso de movimientos antiguos
Tu nombre
Que mis palabras se hagan carne en tu boca ansío ansío ansío
Hasta quemarme los días
En la tarde donde descubres tus puertas
[noche incalculable]
Amo la enfermad que contrajo tu cuerpo
Las manos que desataron tus fiebres
[Me preocupa tanto esto de ser carne]
[Mirar mi cuerpo con piedad]
[Entender que pronto no estaré aquí]
Inmoral se levanta tu carne sus santos inicios me tejen piedades
Me prometen el cielo
[¿Cómo escapar?]
Ahora has traído nuevos descubrimientos a mis ojos
Y entro a la noche sin ruido como Colón a la noche del nuevo mundo
Casi sin cuerpo
Alucinado
Convocado más allá de sus fuerzas humanas
He descubierto un continente un nombre que evapora nuestros ojos
Una isla a la deriva entre las calles plagadas de neón
[5:13 am]
Cagado por palomas San Francisco sonríe mientras el mundo irrumpe en sus ojos
**
Confié la navegación de mis huesos húmedos
Al parpadeo sin fin de esta estrella de carne que nace del lado izquierdo de mi pecho
Amante amordazado a las mareas nocturnas del cuerpo
[Ingenuo]
He anclado mi lengua a tu puerto virado mi alma en sentido del agua
Cansado de las rutas aéreas de la nube y el sueño
He bostezado una palabra como un bote sobre la tarde un castillo de coral y hueso
Y mis ojos han huido como peces en caza
Otra vez rompes a la altura de mis dientes
Mañana este puerto será un reciento de flores con piernas
De nuevo llegará pasajera la vida
Y mi brazo periscopio de agua Tratará de hacerse un camino
Rozando temprano las islas de carne
Y extendiendo su aliento arcabuz golpeará la ribera del rio
Con estrellas y peces muertos en su extensa cámara de viento
Las mareas nocturnas te hacen su ritmo
Coronada de niebla desciendes
A mirarme mirar sin brújula en tus ojos donde cae el mundo
[Siempre llega algo a mitad de la noche que hace del cuerpo su reino]
Oh despeñadero santo campo de estrellas corruptas
Me encuentro hecho un pozo de sangre con mis ojos sufriendo tu altura
Gastando mis uñas por una salida en el cielo
Prometí contra mi sangre esta lenta danza de polvo
Este tempano de hielo atravesando la garganta
Sobre mis hombros llegas improbable encallando tus barcos de papel incendiario
Hasta que lenta creces como lenta crece la tarde
Para posar mis palabras
Ahora algo ha huido de mí
Como un disparo que dispersa animales en el bosque
El sol disuelve cualquier sombra
[1]
El ruido de un motor, del agua, de la memoria despeñándose. Los buenos modales a la hora de hacer el amor. Pero me gustan más los ruidos desconocidos los que se esconden en la noche.
El ruido seco del que cae para no despertar jamás.
[2]
13. Fueron momentos realmente abrumadores, aquel fuego podría haber explicado la pintura de Chab. 53. En Polonia las plazas están vacías, exponen con dificultad sus sombras. 01. Es momento, caminaremos contra sus voluntades. 83. La verdad, hubiera preferido verlo hundirse como el sol, así lo recordaría, disuelto en colores. 43. Nacido de otras latitudes se recuesta en la cordillera, ¿Sabes que pudiste volar? Te recordaría cómo un ángel en la historia de nuestros fracasos. 32. Por ahora todo es una coincidencia en nuestro país actual. 17. Ninguna luz tuvo el hedor de aquella que te revestía. 93. De cualquier manera el fuego se hubiera expandido. El fuego lo hubiera purificado. El fuego lo hubiera llevado lejos. 00. Hubiera podido mantener algún prestigio a pesar profundidad del corte. 61. Los primeros tiempos de la prohibición me pertenecen, recuerdas al hermano de B. podría considerar que luego de la primera ráfaga, se convirtió en un animal de mito para mí. 87. Fue su casa y la figura diluida de Chab, quién transformó la noche. 93. Verlos correr desnudos a través del humo, es algo que no olvidaré. 11. Verme correr desnudo a través del humo es algo que no olvidarán, también el humo puede enloquecer. No solo se levanta contra el cielo. Como un digno enemigo, es un aliado que se eleva para dejar la tierra. Un animal de memoria confusa. 44. Desde aquí te veo a pesar de la ceguera, perfectamente, entrando en él, en sus visiones, en el ritmo magnético de sus predicciones. 67. El agua lo ha cubierto todo.
sábado, 2 de noviembre de 2024
Malditos los que duermen
Disculpa, todo esto comenzó sin pedir permiso, mientras yo giraba allá afuera, desnudo y furioso, en el eco de plazas coloniales. Vinieron los policías, con sus delirios y alucinaciones, arremetieron contra mi, aunque no pudieran tocarme.
Te dije: “Nueva York” como si fuera un campo de flores. Nueva York, cargada de ángeles eléctricos y susurros en speed.
Entré siendo casi un espectro a la fábrica donde nacían los pianos. Recuerdo una rama podrida y una nota suspendida en el aire. Era pequeño, tan pequeño, cuando extraje el primer sonido perfecto. Luego, la infancia se disolvió y, con ella, el último hilo de perfección.
Todo sueño es un anzuelo:
"San Adriel desenvainando la espada" grabado en el muro de la catedral.
¿Sabes? La historia conserva con precisión cada uno de nuestros fracasos.
—Embriaga el lienzo, ponlo a punto, para que el pigmento se aferre—.
¿Cuál es el color escondido en tu piel, Adriel?
Cada invierno, los ojos de Dios viajan a París, vagan entre burdeles y cielos apagados mientras las calles blancas arden en su calma.
Si mañana una mujer de sombra presionara tu ombligo y te robara el aire, quizás serías uno de esos ojos que espían la vida, como una blasfemia. Adriel, te veo exhausto de esa imagen de santo con la espada eternamente erguida.
jueves, 31 de octubre de 2024
El libro de las formaciones celestes
Estamos arruinados, aferrados a una isla que todos declaran imposible. Música torpe que nunca alcanza el brillo de este instante. El primer canto surge en el carro blindado, comienza la revuelta contra la vida diaria. Como payasos inigualables ensayamos una sonrisa, la misma que ha dado a esta ciudad su verdadero nombre.
No, no fuiste algo que yo atesorara. Mentiría al decir que te llevaba como un amuleto para ahuyentarme, como un artefacto inútil. La rabia se cuela con violencia en esta habitación. Invento una mentira más: "Todo estará bien". Esos domingos sin tristezas, días llevaderos en su monotonía. Pero el vacío era un hueco preciso, una guerrilla sin motivos se instalaba donde nos amábamos quedando desarmados. Entonces, la alianza era posible. Ya no existe la luz que se filtraba por la ventana, pero esa calidez, el calor de una mentira sostenida con destreza, todavía envuelve cada rincón.
Será en otro tiempo. He visto el mundo a través de ti y esta lluvia de días me resulta una burla. Ironía pura. Por las mañanas, en mi mente, humea el café que no puedo beber, igual que esta presencia inalcanzable. Tardé en entender muchas cosas que nunca tuvieron sentido. Tarde, como siempre. Ahora reposo mi alma como una bolsa de té, para amortiguar pensamientos errantes pero necesarios.
Lo recuerdo claramente: la mueca absurda, el desencanto, la náusea que abre paso cada día. Conozco el camino del hombre y su derrota. Cuéntame de esas bestias que lamen sin sentido las manos de los desconocidos. Dime si su saliva alimenta, siquiera por un instante, un deseo transitorio en el cielo. Desde aquí los veo, sin prisa: la guerra es hermosa cuando los idiotas caen, derribados por sus propios fantasma en el punto más alto de sus cegueras.
Los evangelios del dinero y la carne
"Mi corazón está en ruinas pero a todo color"
He destruido un paraíso solo para probar si es real, sí, lo tiré al viento, a las piedras, lo dejé caer. Cansado ya de mi obsesión por esos puertos que siempre te sonríen como si hubiera un hogar esperándote al final. Y, a pesar de todo, sueño. A pesar de las mentiras, ¿Lo entiendes? A pesar de todo, todavía sueño. Desde el primer segundo sabíamos que esto era una locura. Me miento cada mañana mientras riego el jardín vacío que dejaste atrás, el polvo flotando en la luz, todo como una vieja historia que nos contamos.
Pasaremos la noche juntos, sí, en este abismo girando sin parar. Aún veo el color que elegiste, ese mismo de aquella tarde, esa tarde en que podíamos serlo todo. Mira este desierto, el tiempo tomó su foto perfecta. Y aún así, sueño, lo sabes.
Hoy encontré frutas en el bolso que colgabas del hombro. No olvido el olor que cubrió todo, ni la cuerda que aún sostiene la última imagen. Todo el sentido de este imperio doméstico, flotando como polvo por el universo a su propio ritmo.
Hoy a pesar de todo.
miércoles, 30 de octubre de 2024
El oro y otras deformidades corporales
La confesión de Galileo
Bajo las máscaras que nos imponemos
emprendemos el viaje atraídos por un canto oscuro.
Somos latidos encarnados
Nuestro sueño habita sus ruinas
—sobre danzas que hacen girar sus noches.
La carne absorbe un dulzor macerado en lunas remotas,
la marea de la sangre golpea los órganos que se encienden alternativamente.
Pienso en ellos cayendo como soles entre las flores,
sus primeros pasos son huellas del primer hombre en el espacio grabadas en mi pecho,
la ensoñación que los posee hace brotar bosques en los que son soberanos.
Comprendí que lo sagrado no es divino.
Sus voces erigen un templo único en el campo,
su otra morada —imperceptible—
pues son dueños de cientos de verdades dulcísimas,
llaves que abren los jardines universales,
recreos en los que se elevan durante juegos cotidianos.
Un túnel atraviesa mi mente, trae la noche afilada,
un cabello de Eva entra como lanza en mi pecho,
respiro el aroma del primer paraíso,
ombligo emergido sin precedente.
Comprendido el orden de las cosas, emigramos hacia las quimeras,
alimentando la posibilidad de reconocernos como monstruos bellísimos.
El fuego filtra su aliento entre grietas de barro,
su palabra incendia mi casa, la convierte en columna de humo que sostiene el cielo.
Piénsalo: el vértigo de la ascensión,
nos hallamos desnudos y desarmados,
tejidos en nuevas vestimentas,
nueva carne colgando de los ganchos en los mercados,
como los conocí antes del primer vuelo,
destilando sus plumas mientras perseguían el lenguaje de la iluminación,
entrando como un perro rabioso.
En su jardín los colores enloquecen sus ojos,
se desploman en abismos sin fondo,
la pesadilla domesticando su apariencia humana.
Piénsalo:
en su niñez, atrapado,
ave preciosa en la jaula, cantando hasta perderse en su propia voz.
Este árbol no puede sostener mi peso,
ignora el río que desgarra la piedra del corazón,
día tras día,
momentos antes de que las islas emergieran,
antes de que se retiraran las historias a las que pertenecimos.
He regresado para recordarles el nombre que tuve en las escrituras,
este jardín ha vuelto a florecer,
mi palacio se ha erigido lejos de la materia humana,
sonrío estos dientes rotos para deleite de los imbéciles.
jueves, 24 de octubre de 2024
Memorias Geométricas: 18 de Febrero del 75
Asociación libre Talleres de niños en Rostov.
[…]
73. Olía a mar. 43. Ya lejos es imposible. 21. Cuida de él y de su rabia. 34. Repetirse una y otra vez como en los álbumes de los mundiales. 22. Nuestro tesoro es la distancia que construimos cuando el muro de Berlin caía. 13. Descubrimos la posibilidad de ser invisibles. 98. Radares soviéticos rastreando la superficie del espíritu de mi abuelo en el hospital de policías. 82. Una breve memoria sobre el vuelo de Gu Gan perseguido por hormigas en Vietnam. 62. Todo esto sucede mientras le arrebatas otra bocanada de aire a quién sumergido divisa un cuadro de Paul Klee en el océano.
14. Mi hermano, imposible en la nomenclatura humana. 67. Raíz hundida en lo incierto. 92. Bailamos toda la noche, hasta que la risa fue reino absoluto. 45. Nos balanceamos. 28. Tomamos la cuerda y giramos, fuegos brillantes en la memoria. 33. El olor del licor y la canela. 60. Ese traspié marcó el ritmo, el mejor paso, tras el accidente. 19. No me detuve hasta que ya no hubo noción del camino.
82. Entonces supimos, con certeza, el movimiento de cada planeta. 53. Nos deslizamos sin problemas montaña abajo. 9. Prometiste hablarme de cada especie, incluso de las no observadas por el hombre. 76. Pero mi pregunta era mayor: 12. ¿Qué podría decirse de nosotros? 89. Soñamos ríos que devoraban poblados enteros y comprendimos este acercamiento al sol, ese dolor que acompaña a los que aún no han iniciado el viaje. 44. Transparentados en la respiración novísima de la tierra, avistamos nuestras sombras. 24. Las bandadas de aves huyendo, golpeándose entre sí en el desconcierto. 58. Ceremony en nuestras cabezas, después del estallido de los parlantes. 36. Las botas hundían la tierra.
49. Te vi ligero, rodeado de las plumas de colores que caían, minutos después de cerrar todas las puertas. 27. No queríamos ningún sol en la habitación. 93. Alternancia de luces indescifrables. 66. Héroes mediocres. 35. Nadie habla de estas hazañas. 8. ¿Qué podría decirse de nosotros? 85. Saltando entre las ramas de la mañana clandestina. 22. Tartamudeando la melodía que hace que sepamos la distancia que nos separa. 71. El río se ha llevado nuestras voces para esparcirlas por la selva.
martes, 22 de octubre de 2024
El vientre de la ballena
Me gustaría tender mi sombra
Dar siempre el paso equivocado
Todo se quema
Sobre memoria del fuego.
¿Debiste entenderlo?
Ese brillo invencible era nuestro.
Nos columpiábamos entre los días.
Dijimos:
Descansaremos,
Dejaremos nuestros nombres arando la tierra
Dos hermosas bestias.
Esta es otra forma de sobrevivir:
Todo es sobre ti, y sobre nada.
Sobre este increíble cielo que nos devora.
sábado, 19 de octubre de 2024
Cero Absoluto: Apuestas, traiciones e intercambios.
[…]
Yo esperaba un final inesperado, limpio.
Pero el peso nos quebró.
El desierto es un animal precioso.
El cielo avanza lento, nublando cada rincón.
Ella llevaba nubes en el pecho;
Yo, un abismo.
Acompáñame entre las iglesias repletas de salvación. Los santos observan desde las alturas, rodeados de ángeles que se deshacen en el aire. No sé si la paz que cubre sus ojos podría igualar la que brota de tu piel. No sé si mis sueños me retendrán siempre en el fondo del río, entre algas que me rozan como dedos invisibles, con la corriente desnudando secretos.
Algo se acercó, pero nunca tan cerca como tú. La ciudad arde. Los ángeles se precipitan del cielo, girando como hojas quemadas, estrellándose contra el asfalto. Sus cuerpos cristalinos nunca desearon apropiarse de uno humano, nunca se atrevieron a prolongar el yo hasta abarcarlo todo.
La ciudad arde y bailas en la punta de la llama más alta
[No creo que se pueda salvar a la gente]
martes, 15 de octubre de 2024
Lavado de activos
Los niños no creemos en la muerte.
Esta mañana desperté con un pensamiento pegado al cuerpo. Algo en la perfección huele a tierra recién abierta, a fruta partida, un verano calmado. El brillo en las cosas late sin orden. Los milagros se ocultan tras cortinas, esperando que los ojos despierten.
La infancia regresa en ráfagas dulces: los juegos mecánicos giran sin tocar el suelo, con tanques diminutos y aviones que nunca aterrizan. Ahora soy un ojo único y hambriento que traga escenas hasta volverlas luz.
La felicidad es un arma que enfría la respiración y deja su peso sobre el cuerpo.
Los colores giran despacio. La memoria se convierte en una bandada de pájaros que nace y muere en pleno vuelo. Nos enseña a retener la luz hasta que se vuelve amarga y destila un veneno espeso. Cada átomo tiene su propia forma de esperar.
Dios tuvo tantas oportunidades de arrancarme del mundo, pero dejó caer cada intento, como si no pensara en mi. Tal vez encuentra alivio en mi existencia o en la versión incompleta que fabriqué de él.
sábado, 12 de octubre de 2024
El sonido de los colores
Así se mueve el mundo. Soy feliz porque no tengo opción. Sonrío con los dientes torcidos y el cabello desalineado. Sin astrología ni sentido. El día arranca torpe. Puedo enamorarme y arruinarlo sin esfuerzo. Xiu Xiu y Crystal Castles llevan horas sonando, convulsionando en el cielo. Espuma en sus bocas. Deidades psicodélicas, rápidas como animales de vapor. Persisten porque no saben detenerse.
Aspiro el aire más limpio de este vertedero. Empiezo a brillar. No es cine barato. No lo es. Bailemos. Descoordinemos bajo cualquier luna. Voy a arrancarte ese calambre que te sacude cada noche. Ese calambre que insistes en llamar alma.
Esta noche me voy con Alice Glass a ver el agujero en la capa de ozono. Nada va a cambiar. Solo los errores se hacen más claros.
**
Quizás despierte tarde o temprano. Cuando eso ocurra, seré el sueño mismo: un acuario de aire, con pompas de colores subiendo y bajando al ritmo del aliento que tome de su boca. No escribo para comprobar si fue real. Lo hago porque las palabras abren caminos nuevos. Historias que nacerán cuando estemos lejos, fuera del alcance de cualquier juicio apresurado y ciego.
Ahora sé lo que es tener un sol hundiéndose en el pecho cada tarde, animando lo que el polvo había dejado atrás.
Boicot en el subterráneo de Giza, 1983.
viernes, 11 de octubre de 2024
Parálisis del sueño
"Deseo un mundo nuevo para destruirlo desde el principio"
El peso de la ilusiones
[3:20 am]
En esa playa no, porque se arremolinan corrientes bajo la superficie que parece en calma. Morir es parte de un acto de insistencia que fortalece el día. Aunque no tuviera una hermosa voz no dejaría de cantar y tejer estas redes.
Bailaremos como espectros en la madrugada, puros, sin máscaras, sin piel. Nos desintegraremos en el primer rayo de la mañana, cuando la ciudad se apague y los neones tiemblen. El último amanecer nos verá desaparecer, como sombras proyectadas en un callejón, mientras el viento arrastra nuestros restos
Así lloran los animales
Polaroids de Nueva York
[…]
Dicen que el rock ha muerto en mi pecho, pequeño. El bus solo dejó un recuerdo indeleble del sueño. En Nueva York los corazones rozan la noche. Corazones de helio en chicas pop. En la noche de bengalas no estabas perdido. Calle abajo esperaba la ciudad. La dulce Liu. No dormía por miedo. Yo también no me atrevía a dormir. Los sueños son como corrientes submarinas. No he vuelto a salir de aquí. Pero imagino el mundo. Escucho sus engranajes aceitados girando. Algún satélite coordina una oración metálica en la fricción por tu nombre. Ella no sonríe. Se balancea. Y cae como un meteorito en el centro de mi cerebro. En Nueva York nos perdimos en el metro. Hablábamos de disolvernos. La niebla es mi animal favorito. ¿Acaso sabes que sostiene este abrigo? ¿Cuál es su estructura? Huele a menta. Los vagones a pólvora. En Nueva York los corazones se elevan. Se los traga el cielo.
jueves, 10 de octubre de 2024
Autorretrato negligente
No sabes lo que puedo concebir.
Este asalto es un cuchillo en la oscuridad.
Buscarás aire, pero lo que digas será ceniza.
Anhelas saber, pero estás ciego al hilo que teje la vida.
Ningún ritual te redimirá. Aun así, clamas por un nombre.
Te mostraré por qué los niños pierden el aliento ante las casas vacías.
La traición del oro
Pierden el día
Regreso a lo mío: a las apuestas, al hipódromo, a las butacas sucias y vacías.
martes, 8 de octubre de 2024
Los protagonistas de San Román
lunes, 30 de septiembre de 2024
Las miserias del oro 2
Los cuerpos caían, hermosos y ligeros. Uno de pie era solo el espanto. No comprendo qué fuerzas nos arrastran al fondo de este río transparente. El cuerpo, condenado a sus mareas, avanza.
¿Cuánta distancia hay entre la palabra y este impulso luminoso?
Ellos no quisieron ver el ciclo infernal que les impuso el entendimiento. Hermosos y ligeros cayeron, empujados por otros vientos, cegados por la sed de una revolución fantasma, bajo un cielo que siempre albergó todas las voces.
¿Hacia quién lanzaban su grito?
¿Hacia otro grito?
¿Qué revolución tejían, sabiendo lo breve de su luz?
Ciegos, avanzaron hasta perderse en voces. Enloquecidos por la fragilidad, avanzaron. Empujados por el miedo, avanzaron. Por la compasión, que solo era el reflejo de su distancia. Avanzar era demasiado decir; giraron en círculos, perdidos, distorsionando lenguas, la boca llena de espuma, mordiendo rabia, hartos de devorarse.
Mis hermanos, perros locos por el olor, se lanzaron contra un muro, pensando que ese aroma sería el único camino. Mis pobres perros, con el hocico roto de tanto hacerse un mundo en la boca, enloquecen con la luna, con el celo, con el poder, con esos sueños que creyeron universales.
Uno de pie era el espanto, esperando la única transformación posible: la muerte.
viernes, 27 de septiembre de 2024
Cosas de seres altiplánicos
Después, ansiaba inhalar el polvo del Sahara que viajaba hasta el Amazonas, cargado de minerales, de historias que nadie cuenta. Veía cómo millones de metros de tierra, secos y agotados, se cubrían de una nueva capa fértil, mientras el mundo detenía sus motores, como si la respiración colectiva se calmara antes de una tormenta. Sabía que no era la única a la que no le importaba el resto. Sabía que algo, en algún punto, iba a frenar este movimiento. Y entonces, sin previo aviso, saldríamos disparados, nuestros cuerpos cruzando el vacío, fragmentados en mil direcciones, desvaneciéndonos entre los brazos de la Vía Láctea.
martes, 24 de septiembre de 2024
El arco de los niños perdidos
lunes, 23 de septiembre de 2024
Los falsos resplandores: El camino a casa
Larry Flynt,
Y vuelvo a ladrarle a las ruedas del día, que giran sin parar sobre mi cabeza como cuchillas que nunca se detienen. Muerdo ese sol que se adelanta en el horizonte, ardiendo en mi boca. Corro como un loco, mitad sueño, mitad rabia, cada mañana, descansando bajo la sombra delgada de un cuerpo que ya no recuerdo. Vuelvo a la locura de los ciclos marinos, el agua agita las melenas de los amantes hundidos en las profundidades, atrapados, sonriendo bajo el ancla de un solo nombre. Todos caminan atravesados por una espina que llaman vida, de la cual me deshago, lentamente, arrancando trozo a trozo, hasta que no quede nada.
sábado, 21 de septiembre de 2024
La miseria del oro
¿En qué lengua se traducen los espasmos de este delirio?
[1972, nadie sabía por qué]
Temías amanecer.
[Ellos temían que amanecieras]
Debo limpiar el desorden de tus pasos en este pequeño pasillo.
[Memoria insuficiente]
18 958 534 millones de humanos bailando frenéticos bajo el sol.
[Un avispero es mi dios esquizofrénico y masticable]
Debes dormir, aunque pienses que nadie te recordará al despertar.
[1, 2, 3]
K.O. Técnico.
[Colonicé su cuerpo hace más de 5000 años]
Ahora soy un imperio en ruinas.
[Toda historia nace de un error]
Soy extranjero en toda luz.
Dirás que es mejor ser una partícula inestable.
Flor de laboratorio, para quienes el sueño es una gota de mercurio en la lengua.
[Estás fuera de las galerías de arte y de los mercados de abasto]
Tuyo es el camino equivocado, el rosal que arde en la memoria del suicida.
[La noche destruyó a cada uno de sus amantes]
El besa con la punta del cerebro la santidad desnuda que se funde con la multitud
[Mañana verteré cianuro en los ríos del mundo]
Y tu sonrisa caminará por la tierra como una bestia en extinción.
¿Qué sabor tienen mis palabras en tu boca?
*
En la cúspide de la ola, el mar se desvanece en el vértigo. El pensamiento lo asume sin dificultad, como si la metáfora le perteneciera a todos. Pero yo sueño con un mar que desaparece por completo, una y otra vez. Aquí, donde el sonido es el mundo y la espuma una promesa de nueva vida. Me asomo a los miedos, a la imagen que emergerá cuando el océano cruce mis fronteras y se disuelva. Vuelvo a la metáfora, a sus pequeñas misericordias: que el miedo renazca, que la vida regrese, vertiginosa, como una caída sin fin.
Léeme desde tu impotencia
180 km/h sobre un gramo blanco
Las palabras se diluyen:
la tuya, la suya, la nuestra.
Fusiles en fila. Silencio.
Nada nos toca.
Niños danzan, frenéticos, como un rebaño salvaje.
Solo ellos. Nosotros.
Nuestro cielo es una flor quemada, los pies se hunden en su ceniza.
—No podrás sonreír con esa moneda falsa—.
Convulsiones suaves, saliva cayendo sobre la tierra.
Hermosos, extraños.
No serás feliz entre nosotros.
El azúcar nos llama. Bailamos sin fin.
Tus palabras, "las importantes", se apagan.
Solo bailamos.
martes, 17 de septiembre de 2024
El mundo, lejos.
45 rpm
Tienes un rostro, aún lo sientes, pero es un secreto perdido, enterrado. El mundo te mira y ve al ave, un cuerpo único, enredado en su propia fábula. Mito. Carne y tiempo deshechos, envueltos en una fábula rota. Atrapados. Vibramos al borde, siempre a punto de desaparecer. Lo irreal nos devora.
martes, 10 de septiembre de 2024
Gun Shop-East Geat, 1983
Caían sin vida, ligeros, hermosos. Quien miraba, de pie, era el espanto.
Los momentos memorables, para bien o para mal, siempre traen una canción. Pero ahora, solo hay ruido. La casa debería estar en llamas, los niños a salvo. Los garabatos en las paredes, perdidos. El regreso a la infancia es cada vez más lejano. La estática en el televisor me recuerda que los sueños ajenos derriban otra antena en la noche. Enciendo un cigarrillo, buscando que arda como el sol. El humo trama una canción. Bailaremos hasta desmayarnos.
El exilio. Las torres de tensión. El verano sin fin. Ensayabas, buscabas flexibilidad. La luz se fue por horas, y solo el ruido de ollas sustituyó a los insectos nocturnos. Bolas de fuego bajaban y subían por la calle, la estática llenaba el aire.
¿Lo entiendes? Los puentes al borde del colapso siempre me gustaron.
Monos enloquecidos gritaban desde las alturas.
Monos cazaban en las sombras.
Amarás cada fragmento de piel.
Nada en la tierra nos recuerda. Quizá solo el eco en la oscuridad guarda el miedo. Nuestro pasado, una serpiente que volaba. Una mitología de aullidos nos enseñó a matar.
Monos enloquecidos entre los recuerdos, ahora mitos. Buscan el rostro que los sigue en el silencio antes del error.
Desaparecemos para encontrarnos.
Nos tenemos, pero nunca es suficiente.
Hoy amaneció por capricho. Así cae la nieve, mientras cierras los ojos.
Las primeras infancias
miércoles, 4 de septiembre de 2024
Nos reducimos a uno
En la laguna, los peces rompen la superficie. Oran a la luna que baja. El fondo se traga las dudas. Nadie enciende el fuego, salvo quien prefiere las sombras.
**
Escribo con la urgencia de estrellas que caen en los ojos de los niños. Giran en la tarde como hilos de luz. Los muchachos guardan un océano para especies en extinción. Llevan peces de colores para lanzarlos a las niñas, que vuelan como dientes de león por la ciudad. Amanecieron nube, cuando dios se escondía en una estación de tren. La lluvia temprana cubrió los circuitos de los hombres. Ellos fabricaban barquitos de papel para que los niños escaparan.
Vamos, hermano. Que el universo siga siendo fuente y esas botas, tu patria. Hoy terminé de leer las pinturas rupestres de tu viaje.
Las nuevas constelaciones no estarán en el cielo. Estarán en la tierra, donde cada cuerpo enfrenta la desesperanza. Amar el silencio de la calavera es esencial. Cada vértebra será un punto que dibuja una figura visible desde el espacio.
Hoy, quizás en Arequipa, en la niebla de Londres o en las azoteas de Shanghái, comienza su pulso. Escribe los nombres según los huesos. No olvides la pólvora en nuestras bocas. El estallido precederá la lectura. El camino que seguimos desafía al tiempo.
Mi hermano, un huracán que se fue lejos. Aun en las mañanas, escucho el canto de las aves en el ramaje de su ausencia. Brillaba como un sol entre las miserias. Tomé su luz para aprender su lenguaje. Yo no era la montaña ni el río que esperaban. Comencé a trazar un atlas estelar con los nombres de los desaparecidos, de los que fui, para intuir lo que se llevaron, lo que nunca sabré.
"Dile que lo que marchitó mientras soñábamos era el niño con un universo en el corazón. Ese pan no saciará el hambre de los desaparecidos. El canasto de la multiplicación no hará milagros por nosotros."
No olvides tu nombre, pequeña criatura. Eres la estrella que arde sin parar, la ola que arrasará todo, la mañana que se reflejará en nuestros ojos.
La primera constelación se llamó "El Sol Invisible."
martes, 3 de septiembre de 2024
Único no es igual a valioso, ¡ahora lo sabes¡
¿Sabes? A mí también me atraía esa lengua extraña, la que buscaba el ángulo preciso para desencajar tu alma. Hacía que tus recuerdos te relataran, una y otra vez, nuevas historias sobre ti. Quería mostrar que no solo Dios puede redefinir la muerte.
Ahora:
El niño emperador lleva siete días entre flores. La luz que lo rodea es brillante, casi tangible. Parece haberse materializado, y pesa en mi corazón.
lunes, 2 de septiembre de 2024
Los nuevos caminos
*
Lo espantoso de lo terriblemente bello:
**
Llevo días encerrado, viendo a dios desesperado por escapar de la habitación.
Pensé que esta vez podíamos llevarnos bien.
Pero dos balas no golpean dos veces el mismo lugar.
domingo, 25 de agosto de 2024
¡Sueña perro!
¡Sueña, perro!
Es lo único que te queda en este basural cósmico.
Sueña mientras orbitas en el abismo de tus latidos,
descubriendo las aristas de la divinidad que brota en tu vientre.
Luchas sobre pieles de terciopelo oscuro,
mientras la luz de otra estrella perfora tu delirio.
¡Sueña! Su tiempo de hojalata no encaja en nuestra existencia.
Navega la noche con tus entrañas brillantes,
danzando la dicha que los astros ansían.
Sueña la corteza de los años que se disuelve en el fuego,
para las bestias que devoran su resplandor.
La ternura de tu madre danza en tu compasión,
en los ojos que emergen de los cuencos de tus pómulos.
Hay una soledad única en su reverso.
Baila este sueño de humo,
haz que la vida jadee,
haz que se arrodille y beba de tus proezas.
Baila, juega y sueña,
¡Perro!