domingo, 18 de abril de 2021

Tatarigami

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Tatarigami, he convertido mi alma corazón en un bosque que oculta una bestia que llora estrellas. El hierro me habla desde su partícula más blanda, ahí donde reconozco a un hermano en los meses de viaje intentando hacerme al agua.
Para redimir la ceniza, preciado vagabundo, he incendiado los pueblos que amabas. Te he encontrado rodeado de tus fantasmas, escupiendo tus dientes. Los he soñado, en la dureza de un recuerdo.
Purificar el sol demente que nos embiste, purificar la fantasía que lo rodea, purificar el centro de su locura, diariamente asisto a verme cada mañana, diariamente en los ojos de los animales veloces de la memoria.
Taragami, no existe recuerdo que te no te muestre el fondo del lago que dejó de existir.
¿No es así?

Zé, los niños eléctricos de Rostov


 *

Mientras esto sucedía, dos aviones desgastaban el cielo, aunque no pudiéramos verlo. El polvo, reino verdadero de la memoria, convirtió esto en una planicie blanca donde dos niños se alejaban sin retorno. ¿Recuerdas sus nombres? Intento reconocer el último sonido cuando la luz lo inundó todo, pero habíamos partido y el humo del ferrocarril era golpeado por el viento. Ahora pregunto desde lo alto de este abismo por el oficio del fuego, por su obra sobre nosotros. Ahora viajamos a través del mundo en busca de sus voces, no por la idea real de nuestros cuerpos. La noche desenmascara la estática de nuestra mente. Giramos. Engranajes imperfectos golpeándose entré sí, imaginando a Bach mientras era torturado por sus visiones del agua. Así sobrevivimos cerca de un año. Cerca de una vida macerada en sal. Nos alejamos de todo acto revolucionario de belleza. Nadie olvidará aquella escena, ningún ángel que haya sobrevivido a esto podrá conservar la inocencia de nuestra violencia en sus ojos. Dos aviones en el cielo que lo devora todo.
"Estamos perdidos buscando el camino hacia la infancia, por un bosque o una ciudad, entre un río o el fondo de un lago. Y contra ese horror, animal o mito, permanecemos entre estos maravillosos males, aunque todo sea inútil"
Introducción a la estética del delirio dedicada a M. Duras, nota encontrada en la habitación de Zé, paciente psiquiátrico de los niños eléctricos de Rostov.
Fotografía: Roger Ballen

viernes, 16 de abril de 2021

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[...]
Pensé entonces la belleza violenta del fuego liberándolo todo
En la gloriosa ascensión del alma por una columna de aire fulminante
Aire que aviva la histeria en los ojos a punto de saltar como animales excitados por el aroma de todo lo desaparecido
Voltee entonces sobre mi derrumbe
Ángeles cuyos rostros torturados vencían la calma
Besaban mi mandíbula descolgada por el peso de los nombres
Enloquecidos los salvados bebieron el orín aun caliente de los muertos
¿Qué justicia esconde la vida para los que han convertido su cuerpo en una posada para fantasmas?
Que este rastro de dientes en el campo sea el camino
El rosario de deudas por saldar
Lágrima a lágrima como aceite caliente sobre el lecho donde aman los condenados
Todos buscaron la redención del hombre en el hombre en el pan trasnochado en sus pechos
El olor de las cuerdas quemando la carne asfixia las palabras de mi hermano que se quiebra
De mi hermano que también es un ángel aterrador
Un demente estallido en nuestra mesa vacía
Un atentado contra la muerte misma
Bajo el cielo
Donde mendigos todos compartimos la misma caricia sin remitente
Para los tuyos los cirios
La última luz
La gota sobre la memoria que olvida

miércoles, 14 de abril de 2021

domingo, 11 de abril de 2021

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 Las auroras boreales, lo agujeros negros o los bellos océanos, no quiero demasiado tanto este mundo, en su condición total lo desconozco y no llego a entender su finalidad.

Solo espero a que el viento arrastre la basura de esta plaza colonial, con una leve sonrisa irónica a pesar de toda la belleza.
[...]
La vida es un exceso transpuesto a un estado virtual, una reserva incorporal de entidades inmanente que esperan ser realizadas, en permanente exceso sobre los cuerpos que, al encarnarla, la empobrecen o traicionan.
Deleuze.

jueves, 8 de abril de 2021

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¿Qué es lo que más te atrae por el momento?
Supongo que tratar de crear un tipo de belleza diferente al que la gente está acostumbrada. No sé si tiene sentido.

miércoles, 7 de abril de 2021

Cienfuegos, Tope de Coyantes-Cuba

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No poder detenerse a pesar del cansancio, del mismo acto de ocultarse, tras la saliva, hasta irritarse la garganta, como si tan solo al final del día salieran hormigas a ver la luna, a ver si cae, un bello anhelo por el cual sobrevivir. Pero de nuevo antes que el viento nos levante la casa que no tenemos, los hijos que aún no han llegado, la comida fría por siempre, por capricho, miramos sin mirar. Porque la estupidez es única y la mayoría de veces me recuesto con ella para que me abrace, como si yo fuera su sombra oscura. Para seguirla con la fidelidad que nunca tuve a la hora de ver crecer el amor en mis brazos y dedos, uno a uno. Aún así nos acompañamos, directo a ninguna parte a paso firme con los tobillos doblados por las equivocaciones, por las instrucciones impuestas a la hora de la felicidad, a la hora de creernos el cuento, a la hora de los lobos y el festín primario. Aunque tu y yo no querramos tenerlo presente, todo camino esta lleno de sangre, la normalización de mi violencia tímida y certera contra la profundidad de mi corazón, sobre todo cuando pienso en la desesperación de los ferrocarriles, en sus rieles, en su grito horizontal, huyendo por las montañas, sin dejar de pensar en lo que no hace pero moviendo cada pedazo de metal que duele más que la carne viva. Cuando no sabes y no te importa, si el día se lleva algo o deja mucho que ver, escombros y más escombros de luz. Tras el último movimiento del sol en la cúpula celeste que empieza a romperse lentamente, como nos pela la vida, como si pelara una manzana o una mazorca, para encontrar el nervio dulce con el que no queremos dar.

martes, 6 de abril de 2021

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E
n realidad el fuselaje está dañado por la exploración de la tierra, el tiempo es como un temporal de arena limpiándolo todo.

El aire que me sostiene me remite a un nombre fundamental pero peligroso pero que ya no está a mi lado.

lunes, 5 de abril de 2021

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Alta como mi desesperación, una mujer, en la noche, en las noches, con el sol siguendola de este a oeste, convertido en un pequeño animal domesticado y creyente de la anarquía de los necios, como mi desesperación y sus formas geométricas imposibles, en la paleta de colores de la oscuridad preferida, en los gobiernos decadentes de una igualdad atroz, comulga siempre entre el grito y el silencio más punzante de las profundidades de las entrañas obligadas a continuar. Un mujer alta y esbelta como un estatua de cobre sometida a las temperaturas de un amor de fundición, bajo el trabajo de miles de hombres sin nombre, pero con convicciones irrevocables.

domingo, 4 de abril de 2021

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Ha cesado ya la migración de cangrejos de montaña con el día, ¿que será del meticuloso engranaje que descuartizaban con sus tenazas?
Podré ver sus viseras saladas por la marea en la playa donde me recuesto con todo el peso de esta armadura que ha desgastado mis dientes y mis palabras.

sábado, 3 de abril de 2021

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"Los niños muestran sus cicatrices como medallas. Los amantes las usan como secretos que revelar. Una cicatriz es lo que sucede cuando la palabra se hace carne"

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Que es una casa sino las partes del resto de un naufragio, como debería llamar a este cálido derrumbe, esta superposición de piedras moviéndose en el aire que amo a pesar de este sol que quema sus lomos, a pesar de su peso al momento de hacer el amor y ser una playa infinita. Cuando nos hundimos independiente y separados de nuestros pesos. Que es una casa sino un rompecabezas, un caparazón desarticulado de un cangrejo sin entrañas. Un jardín donde juegan niños al medio día a la hora en la que gritan las ollas a pesar de las ausencias. Que es una casa sino una sonrisa destruida por las ansias y los sueños más pesados, que es una casa pregunto mientras apilo nuevamente otras piedras cerca a mi que es una casa pregunto mientras la maleza crece y otros reinos se instalan en la comodidad de esta luz que se quiebra de cubito dorsal sobre su sombra que es una casa sino está colina que empieza a crecer sobre mi.
Ciudad de Ciego de Avila

1

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En mis sueño, mi miedo era devorado por cangrejos de montaña, que viajaban por ultima vez al mar ¿Que pulpa extraerían de él, a que se aferrarían sus tenazas? Desconozco mucho sobre los ciclos que ocurren en esta tierra. Tanto como el color del miedo, su composición y peso. Pero la certeza de la hierba trepando el aire me hace pensar en la materialidad de un triunfo.