miércoles, 26 de enero de 2022

Luzgardo medina

 [...]

A: Pedro Lemebel, poeta de los marginados.
Un poeta acaba de morir al sur del adiós. En la misma premonición.
Ni por simpatía le regalaron un minuto con gran dosis de azúcar.
Murió el poeta y ya. Se siguen destapando las botellas aveces sin motivo
Y dando recompensa a quien nos traiga de las orejas al narrador
De lo innombrable, a quien desde la ebriedad nos hace oler
Ese montón de sillas apiladas en un rincón del desierto.
Se fue el poeta. Se murió como un emperador -haciendo bromas-.
Hace tiempo que él era un desconocido y que cambiaba los rumbos
Para que nadie cayera en las garras de quienes hacen promesas de lealtad.
Todos los días alguien muere como un poeta o aprende a morir como un poeta.
No es tan difícil. Hay que aprender a deducir con mucha presteza dónde
Se hacen los besos más perfectos y dónde la ternura es anacrónica.
Hay que intuir si quien regala premoniciones es un creyente legítimo
O simplemente huye pretextando cumplir ciertas infames tareas de amor.
Ha muerto el poeta y parece que se ha llevado sus precipicios,
Sus manglares, su bandada de loros y el armario donde guardaba su rostro.
Murió en el instante preciso, ahora nunca más pagará impuestos a nadie.
Cuando partió el poeta la incolora tristeza fue carcomida por el salitre
Y en lo más alto de la amargura se dibujó, sin prisa, la espada del azar.
Luzgardo Medina Egoavil
Arequipa, 2015 enero 24

Marzo

*
Qué esperabas, acaso un milagro? la veloz sanación de los niños que odian saber que es volver a caminar. Estabas más perdida, incluso más que yo, triste ciudad. Hoy amanecí nublado.
*
El insomnio ha vuelto. La memoria es un lugar confuso. Un impulso eléctrico que arremolina esos espacios donde creces en silencio. Casi sin luz.

viernes, 14 de enero de 2022

Viernes 3am

 *

Todo al fin y al cabo en la vida se soporta en una promesa.
[...]
Todas las mañanas salto de la cama y piso una mina. La mina soy yo. Después de la explosión, paso el resto del día juntando los pedazos.
Ray Bradbury



miércoles, 5 de enero de 2022

43543

Oh, hermoso mundo.


¿Me empujarás hasta que esté volando con las estrellas?

¿Hasta que esté volando con los pájaros?


[Hoy lo descubrí mientras pensaba en la vida como una pésima broma]

martes, 4 de enero de 2022

3740

 *

¡Veámonos pronto! Y bailemos, bailemos hasta que la gente entienda lo extraños que son.

Premoniciones

 "Perder la vida es poco y tendré ese valor cuando sea necesario. Pero ver que esta vida se disipa, desaparece nuestra razón de existencia, eso es lo que es insoportable. No se puede vivir sin una razón".

—— Albert Camus, Calígula (1944)
El 4 de enero de 1960, Albert Camus moría en un accidente auto



movilístico, tenía 46 años.

rqwr

 Permanecer en silencio es una forma de resistencia, romper la estática del aire y su moldura absoluta, despertar nombrando nuevamente todo bajo los ojos de niño, primero mi garganta, pelada como una naranja, mis manos marchitas por la espera, mi cabeza, mi hermosa cabeza rodando la curvatura de este planeta dorado como un sueño incumplido, como una pesadilla puntal sobre lo que ya no tiene nombre.

Shiro

 [...]

Era irreemplazable el alto voltaje del peregrino en su ascenso, en la búsqueda desaforada de la raíz equivocada. Luego solo fue la fábula viva en las conversaciones nocturnas, el sueño recurrente en los niños que abrazan el olor familiar cuando son atravesados por la imagen turbia del mundo. Ahora la niebla evoca un balbuceo húmedo, quizás cercano al nombre que te emparentó con alguna entidad humana, pero el viento ha alejado todo cuerpo, toda noción maravillosa de un instante.
El primer delirio de Zé
Shiro del manga "Tekkon Kinkree



t" de Matsumoto Taiyou

La solidez de las sombras - El delirio de Zé

 [...]

Se abre un camino bajo la custodia del amanecer, sobre mi casa se abre un camino sin ser primavera, desconozco el nombre del milagro que se filtra por las paredes, también la velocidad de sus corazones al momento de cerrar el camino. 
Me permito caminar sobre las hojas que duermen sobre la mudez de la luz que descansa sobre la punta de los árboles, mientras el mundo canta:
"Miren todos sus piernas endurecidas por el dios de las alucinaciones, mírenlo desde la cima de su ruina"
*
Así enloquecimos, con el canto de los pájaros, del aire arremolinándose bajo la copa de nuestra desesperación, ¿Esta es la ventura de los hombres en sus peregrinaciones absurdas al centro de sus corazones? 
*
Entonces encendimos en la memoria volátil del cáñamo, brillamos desde el exilio amado, sin entender el orden natural de los días.
Mantuvimos el fuego preciso, sobre la tierra donde los ángeles a escondidas van a morir.
*
Pequeños suicidas, la extensión de nuestra voluntad, ha dejado la noche palpitando su único órgano vital e indescifrable, sobre la mecánica de las sombras en la cuadratura perfecta del cielo. 
[El primer delirio de Zé]