domingo, 20 de abril de 2025

Chapter 232: Los sueños fallidos




No insistas.
La dureza es un mito.
La carne sabe.
Los gusanos
la recuerdan.





Esto es todo lo que tengo. El peso de una piedra en el pecho atravesando el jardín soñado, lamentando esta amplia sonrisa, que cuelga hasta el piso y continua su trayecto hasta desembocar en un río. Volteo nuevamente sobre el jardín para comenzar la cuenta sobre las piedras esparcidas, cuanta voluntad al momento de soñar sobre las brasas del mundo, sobre su aliento.

Los miedos nos abandonaron hace mucho tiempo, en su lugar el vacío se hizo uno. También pienso en los animales que abandonaron este bosque antes del incendio o los que murieron calcinados en el acto, en pleno movimiento en la noche de desconcierto.

Susurrándole a lo que pueda para poder continuar, tras el paso equivocado, antecedido y embriagado de la certeza luminosa. Los ojos continuaron su camino, adelante, en la montaña, atrás oíamos el chirrido de la carne chamuscada, del retozar de los maderos antes de rendir su materia a la ceniza. Nuestra imaginación fue el reino, a pesar de la existencia de otro mayor, ya asentado en la superficie infinita.




viernes, 18 de abril de 2025

La pobreza de tu palabra



Redención:
Quemar lo que amabas.
El precio de la ceniza.
El precio del nombre.


Venir aquí es jugar a la ruleta rusa pero con todas las balas cargadas. Aún así los veo llegar todas las noches. Si pudiera decir algo por ellos, si pudiera siquiera aproximarme a oír lo que sus dientes rechinan, pero no hay nada que pueda ni deba hacer.
Solo mirar como gira el tambor como gira la noche, verlos girar como astros desconocidos a punto de chocar.

: Chapter 643: El precio de la ceniza


Purificar el sol.
No su luz.
Su locura.
*
Cada mañana.
La misma jaula.
Me veo.
Animal reflejado
en el ojo de otro animal.


Los bosques ocultan a la bestia que llora estrellas amadas por los vencidos.
El hierro me habla desde su partícula más blanda.
Ahí reconozco a un hermano.

Meses de viaje han precedido cualquier intento de hacerme al agua.

Para redimir la ceniza,
preciado vagabundo,
he incendiado los pueblos que amabas.

Te he encontrado junto a su cabello,
rodeado de tus fantasmas,
escupiendo dientes:
puedo ver en ellos los caminos irreconciliables,
la nostalgia en la caída de la coca.

Sanos.
Ilesos.
Los he soñado.

No intentes en vano la dureza.
Te lo digo, hermano:
los gusanos que pudren cualquier fortaleza
prevalecerán ante tu voluntad.

Purificar el sol demente que nos embiste.
Purificar la fantasía que lo rodea.
Purificar el centro de su locura.

Diariamente asisto a verme cada mañana.
Diariamente en los ojos de los animales veloces
de la memoria.

No hay recuerdo que no te muestre
el fondo del lago que dejó de existir.

Chapter 432: El cielo de las claridades



Introducción a la estética del delirio dedicada a M. Duras, nota encontrada en la habitación de Zé, paciente psiquiátrico de los niños eléctricos de Rostov.

***

Mientras esto sucedía, dos aviones desgastaban el cielo, aunque no pudiéramos verlo.

El polvo —reino verdadero de la memoria— convirtió esto en una planicie blanca, donde dos niños se alejaban sin retorno.
¿Recuerdas sus nombres?
Intento reconocer el último sonido, justo cuando la luz lo inundó todo. Pero ya habíamos partido. El humo del ferrocarril era golpeado por el viento.
Ahora pregunto, desde lo alto de este abismo, por el oficio del fuego. Por su obra sobre nosotros.
Ahora viajamos a través del mundo en busca de sus voces, no por la idea real de nuestros cuerpos, sino por la estela que dejaron.
La noche desenmascara la estática de nuestra mente.
Giramos. Engranajes imperfectos golpeándose entre sí.
Imaginamos a Bach, solo, atravesado por visiones submarinas.
Así sobrevivimos. Cerca de un año.
Cerca de una vida macerada en sal.
Nos alejamos de todo acto revolucionario de belleza.
Nadie olvidará aquella escena. 
Ningún ángel que haya sobrevivido podrá conservar la inocencia de nuestra violencia en los ojos.
Dos aviones en el cielo.
Un cielo que lo devora todo.

Estamos perdidos, buscando el camino hacia la infancia: por un bosque, una ciudad, un río o el fondo de un lago. Y contra ese horror —animal o mito— permanecemos entre estos maravillosos males. Aunque todo sea inútil.


sábado, 12 de abril de 2025

Ray Loriga - Héroes


**

Toda la noche se convirtió en el traje del emperador. La chica preciosa que decía que nunca te dejaría ha encontrado otras macetas donde poner los pies. Hay algún tipo de alegría encerrada dentro de los coches, pero los coches pasan tan deprisa que sólo te quedan las luces rojas de los faros y eso no ilumina suficiente. Así que tienes el camino de vuelta a casa y el camino que marcan los perros que saben hacer trucos que ya nadie quiere ver.
¿Creías que iba a ser mejor?
Renegarás de todos los hombre que abraces esta noche pero no dejarás que alguna nueva desgracia te pille sola.
¿Recuerdas cuando sonreías todo el tiempo y no había un hacha capaz de cortarte la cabeza?
Todas las noches tienen cuerpo de mujer y cola de pez, pero al final sólo te acuerdas de las sirenas de los bomberos.
Después de verte las piernas hubiera jurado que corrías más deprisa. Supongo que no sienta muy bien haber perdido el camino a casa y tener que seguir andando hasta mañana como una completa desconocida.
Podía haber sido mejor para todos.
Pero ya sabes cómo son las canciones.

jueves, 10 de abril de 2025

Chapter 234: El viento que nos limpia el alma.



LA MISERIA DEL ORO QUE TE DESLUMBRA



Así comienza el día entre la "Corrupción de un Ángel" y "Mayonaise"
El poema de muerte compuesto por Mishima antes de practicarse el seppuku:
El hombre embravecido pronto al rumor del desenvaine
¿Cuanto ha soportado hasta ésta, la primera helada?
Aún, frente a quienes se agolpen despreciando el marchitar de la flor
Ésta, si un día ha de marchitar es porqué ¡bien flor ha sido!
y solo por su dignidad volará al tenue viento vespertino






Recuerda
los caminos donde el polvo respira como animal primordial.
Recuerda
el sabor de la última gota en la botella, sedienta de historias.

Recupera el aliento.
El ritmo frenético de los tambores corona la caída mutua.

Apresura el paso.
La noche siempre llega por el frente.

Cierra los puños,
como si arrancaras del vestido del cielo un recuerdo valioso.

Sálvate.
Te lo digo desde mi extravío en los cenotes.

Sálvate.
Deshazte de tus dientes y tu cabellera de fuego.
Deshazte de tus ornamentos de mendigo,
brillantes, hermosos,
de tus harapos endurecidos por el amor.

Apresura el paso.
Vienen por ti,
y el futuro necesita redención en tu ternura.

Sálvalos.
Jamás lo imaginaron.
Jamás te verán entrar en la tarde de todos sus anhelos,
como escena encintada de un crimen pasional.

Sálvalos de su locura.
Aligera su peso.
Carga sus sombras.

Pero recupera el aliento.
Camina.
Sigue la estrella que arde en su memoria.

Camina,
aunque se derrumben sus sonrisas de fantasía.

Cierra los puños.
Sueña.

Sálvate.
Piérdete en la deslumbrante travesía del mundo cuando desaparece.

Sueña.
Suéñate.
Suéñate bestia tierna.

Sueña
la hora dorada
donde la vida romperá tu cuerpo
como una ola.

sábado, 29 de marzo de 2025

El odio colectivo: Deja que el miedo te moldee.




El escrutinio del amor bajo la presión del yo.
Desde allí vimos lo arrasado.
Lejos de todo,
intentamos estar a favor y en contra nuestra.

Esta casa se alzó para albergar a quien la reclame.
Es su dominio.
Nada imitará su derrumbe.

Mi familia, tentada por la fatalidad,
resplandece entre los restos.




*

La vida es un simulacro no despierten a los niños, después de todo este aire siempre fue el humo de un gran incendio.


**

He deseado hacerlo, una y otra vez, pero no logré ser fiel a toda esa luz filtrada por la ventana. He intentado aferrarme a la vida como a un madero, como el redentor a su símbolo invaluable. ¿Acaso aquellos que lidiaban con la duda en el monte conocían el resultado?

El canto se ha extinguido. El mismo día que aprendí algo sobre aeronáutica. Se apagó a pesar de la multitud reunida, aquella tarde en que todos los caminos eran posibles. Las horas pasaron, el humo cubría hasta los sueños de quienes juraban oír una voz.


¿Un animal mítico oculto entre la densidad de la ceguera?

Todo ha sido disuelto.

La nube enfrenta a los enemigos. Caen los aviones, sombras que de pronto pierden consistencia. Nada quedará cuando la cálida niebla desaparezca, solo un vestido meciéndose en las ramas del viento, la luz brutal, los árboles que ya no son los mismos.

He tomado mi revólver sin culpa, como quien arrastra la vida por el cuello y la expulsa de casa.

Luego comenzaste a cantar y todos siguieron el ritmo frenético. Nada quedó después, nada.

Cuando la suerte cambió, los fuselajes derribados habían desaparecido. Puedo ser un santo entre los fierros retorcidos. Observa la fe, que convierte el acero en una madeja de lana acariciándome.

La redención es posible.

Seducir los ojos de la furia a través del deseo y la impotencia.

Las espadas son peones de la voluntad, brillan intensamente cuando las miradas se alejan.

Puedo saber algo de ti en los periódicos que llegan en los barcos. Aun cuando las noticias sean ocultadas. Estás sola y desesperada. No es necesario anteponer la risa.

Ayer mandé traer la cabeza de la bestia, la de un toro salvaje que aterroriza los pasillos. Pienso en tu carne mientras el cielo de Berlín atraviesa mi mente como una saeta bendita lanzada por un dios iracundo. Pero no importa. Todo se ha deformado por una voz, a pesar de los gritos.

Lo que existe en su lugar es una fiebre, una locura que mantiene los huesos unidos.

Me gusta el pasado. El sonido de guitarras rasgando los labios de una mujer.

El invierno más crudo. Este invierno. La nieve ha cubierto todo espacio posible. Solo Rembrandt se ha salvado en sus pinturas. Es una línea de pólvora.

¿Ves el humo tras sus pasos?

En el teatro se ven los rostros. ¿Importa que actúen mal? ¿Has oído a la violinista soviética? Realmente pensé que era libre. Pensé en saltar sobre las butacas, desnudarme y gritar como un recién nacido. Pensé en correr por los jardines de Versalles. Observarlo todo, hermoso y metálico, como un satélite espía.

Aún todo estaba cubierto por la niebla. Sus memorias eran blancas.

Yo dejé en ellos una herida que no podrán curar.

domingo, 23 de marzo de 2025

No existe el lugar al que solías volver






EL CASTILLO DE ÜBARA  
Rostov 1235





"Ríe y el mundo reirá contigo; llora y llorarás solo"
Ella Wheeler Wilcox



***

Los veo desde muy lejos, 
en el ojo de la tormenta, diminutos,
pensando que tieneN el control.
Estamos de nuevo en la ruta.

***



96. El sentido estricto de pertenencia. 34. Ayer se detuvo en medio de los rieles del tren e intentó saber su velocidad. 84. En alguna parte de los Andes, los niños juegan al borde las vías, tú en cambio equilibras tus intentos sobre un pequeño hilo que has dejado de distinguir, entre lo profundo de un sueño y un latido. 91. Todos sabíamos que las escaleras del viejo Übara desaparecerían a pesar de los intentos y de esta calma insoportable. 21. Regresamos tarde al jardín, después de una prolongada lluvia y un irrevocable deseo de venganza. 07. Al contrario del aroma de los eucaliptos, la pólvora y la sangre son uno solo. 01. A pesar de la manía de vigilar el horizonte como a un pequeño animal. 102. Seremos bestias salvajes. 64. Tomaré tu mano aunque su prolongación inmediata sea un campo de dudas e invitaciones a la pérdida total de la noción del mundo. 12. Vuelvo entonces a este jardín a recordar el humo. 00. Los ferrocarriles y los aviones que han desaparecido en la memoria, todas las noches mugen a través de las rutas de mi sangre.




lunes, 3 de marzo de 2025

Limpia tu cuerpo, quema tus naves.

Las balas no golpean dos veces el mismo sitio,
recuérdalo cariño.



Punto Ciego Conceptual / El Camino Erróneo a Casa

[Lluvias Esporádicas]

[…]
Voy a contarles un secreto. Shhh… Lo verdaderamente radical es el papel. Publica algo en una página impresa y desaparecerá para siempre. El papel es el vehículo perfecto para terroristas, asesinos en serie y poetas sensibles. Si quieres que algo no exista, mantenlo fuera de internet.




**********



[923]
Todo viaje relacionado con el fuego es un acto revolucionario.

[488]
Un sueño, pensé. Nadie puede arrebatar la forma de un hombre. Los desbordes fueron incontenibles, pero no hubo lamento. Construimos este pedestal de niebla juntos. ¿Lo recuerdas? Nos perdimos en las calles de Shibuya. Así entendí el temor que te provocaban los puertos, la mirada que atravesaba la multitud enloquecida. Dime el nombre de ese país donde las calles nunca se juntan.

[97]
Los puntos de apoyo de esta noche en movimiento. Georg Muche, Wassily Kandinsky, Feininger y Moholy-Nagy caminan a mi lado por Weimar. Walter Gropius, sentado, mastica unos ginger mints y nos sonríe.

[234]
El sueño se detiene. Una garganta se abre, imitando a una flor. El cuerpo es un arrecife de coral que esconde lo que fuimos. Intentamos dar con un nombre. Un hilo delgado nos atraviesa el pecho. Las telas vuelan sobre la arena. Un esqueleto gana el desierto. Una morada para otra vida.

[876]
Quizás la sombra anegue el jardín en un arrebato donde toda luz es arrancada de raíz. Cegado, terco, ablandado por la intuición de un deslumbramiento.

Reposarás la lengua, imitando a un reptil oculto en armaduras vacías. Para cuando solo queden los cantos en el camino de los muertos.

Era mi ofrenda el latido, la savia fermentada de un antiguo presagio. Alquimia que convierte toda fortaleza en un músculo fuerte y palpitante. El guardián temido imita cada movimiento, cada intento por deshacer la vida en su reflejo y en el movimiento del agua.

domingo, 2 de marzo de 2025

El filo del alma de Oniwara





Todos necesitan esperanza para sobrevivir, 
la esperanza siempre trae desesperación al hombre.




[753]

Oniwara nació bajo la última luna conocida, escuchando el espíritu del silicio. En el jardín donde están enterradas las cabezas amordazadas de sus padres, donde la tierra humea y el rocío se desliza entre las raíces como un último murmullo. Oniwara, niño/niña predilecto en el festín de sus ojos rapaces. Oniwara, el devorado, el que mastican los dioses del hambre con dientes de sombra.

En el palacio de los eunucos silencia las campanas. Corre a través de los bosques, el jadeo es un cuchillo entre la bruma. La madera se parte bajo su peso, el aire silba como una soga en la garganta de los ahorcados. Oniwara despeina la cabellera que guarda en su mochila de bambú. No es un talismán, no es un recuerdo: es la sangre petrificada de una historia que no le pertenece.

Oniwara, veo a través de la niebla, de las nubes, del espacio.

¿Acaso ese vacío que vibra es tu corazón?

Qué débil eres, joven alcohólico, bajo el filo implacable de una mujer que no existe. Eres de carne por ella, lo recuerdas siempre en la estación del ferrocarril tras el giro del primer rodaje. Cada tren que parte arrastra un hilo de tu aliento, deja en la grava la sombra de tu voz.

¿Recuerdas el humo que te antecedía?

La sal en lo que ahora llamas piel en las playas de los que han perdido la razón. Un océano de huesos gime bajo la espuma, un rumor de bocas sin lengua, de brazos que buscan algo que ya no existe. Oniwara, giras por el vino y tu cabeza es un sol al rozar la dureza del cielo.

Esta es tu primera luna, Oniwara, en tu último día interminable.

Ya el tren se aleja entre la marea, mar adentro. Huye de tu pecho, que es la última estación, que no conoce de despedidas. Solo el viento regresa, solo el silencio te nombra.

Los niños no deben jugar con cosas muertas



PRIMATES OPORTUNISTAS

“Toda gran pasión desemboca en lo infinito.”




INT. CUARTO OSCURO – NOCHE

VOZ EN OFF
¿Y los asesinatos?

LIU (susurrando)
Quizás fueron crueles, pero por un instante vi un brillo en sus ojos.

SILENCIO. SOLO EL ZUMBIDO DE UNA LÁMPARA.

VOZ EN OFF
Sueñas con ella. Siempre ha sido sombra.

LIU
No soportaba verme en calma. Sus dientes chirriaban, quebraban todo equilibrio.

MANOS REVELANDO UNA FOTOGRAFÍA. LUZ ROJA PARPADEA.

VOZ EN OFF
¿Amabas la fotografía?

LIU (esboza una sonrisa mínima)
Sí. Ella también. Prefería lo analógico, esperaba horas en el cuarto oscuro, como si el resultado pudiera ser otro.

AGUA ESCURRE POR EL PAPEL. UNA IMAGEN DESCONOCIDA APARECE.

VOZ EN OFF
Ahora ha nacido una idea vaga de lo que significa la resurrección.

CORTE A NEGRO.

sábado, 1 de marzo de 2025

Cómo si nunca hubieramos conocido el mar


He conocido la felicidad, 
sé lo que es, 
estoy capacitado para describirla, 
conozco también su final




Algunas precisiones sobre el día:

[345]

Llegaste tarde, pero el cielo seguía su curso.
Desatamos nuestras botas y fuimos ligeros.
Ian fue libre con aquel disparo.
Bailamos toda la noche.
Entramos por las ventanas del edificio Ford y las tapiamos.
Afuera, la ciudad ardía.
Aquí dentro podíamos vernos de verdad, sin reflejos, sin sombras.
Trepé por tu cuerpo como por el árbol de mi infancia.
Desde lo alto, el vértigo tenía tu forma.
Las imágenes se deshicieron.
Los huesos rotos pero los sueños intactos.
—Ian, enciende la radio—.
Los bombardeos sobre Berlín están por comenzar.


[390]

Sigo meciéndome en ese árbol entre sus ramas luminosas.
Nos vimos de nuevo cuando retiraron los cuerpos.
Los flashes nos devolvieron cierta vida.
Estábamos envueltos en periódicos viejos, llenos de noticias, llenos de gloria.
El humo subió, desafiando la gravedad del choque.
—Qué hermosa es la materia dispersa de los cuerpos—.
Vi nuestras almas en fuga, su forma exacta.
La exploración es la prioridad, aunque griten que nada es posible.
He vuelto.


[321]

¿Negociar la guerra?
No hubo detalles.
No quieres correr riesgos.
La casa sigue recordándome tus rencillas.
No sé qué relación hay entre Dios y los disparos de anoche.
Nadie salió herido.
Pocos inocentes.
Ninguno con un hogar al que volver.
Cenaremos temprano mientras los cimientos resistan.
Mientras el agua en el techo devuelva el olor de los jardines al colapsar.
Leningrado me hace pensar en los zares.
Hay un país en Sudamérica que no puedo recordar.
Quizá ya no exista.


[876]

La pobreza de su oro no nos cubre.
La palabra es serpiente alada.
La mujer que muerde los labios de su locura fecunda.
Los niños anudan galaxias a las colas de los perros que arden en alegría.
El espejismo humea.
El corazón estalla en la tierra de lo improbable.
La luz traerá de vuelta los imperios donde el aire tenía materialidad.
La copa del árbol que sostuvo al primer hombre.
Su cuerda.
Su revelación.
El resplandor que sedujo a la bestia que amaba en cavernas.
Esa sombra es mía.
Su perfección de ausencias delinea al verdadero ser.

miércoles, 12 de febrero de 2025

Tu derrota invencible

Tengo un idiota dentro de mí, que llora,
que llora y que no sabe, y mira
sólo la luz, la luz que no sabe.

Leopoldo María Panero





OH SÍ PEQUEÑA, ANDA, DISPÁRALE AL SOL


Llegaste tarde. Pero el cielo seguía ardiendo. Como un dios ciego que no sabe cerrar los párpados.
Desatamos las botas. Nos hicimos ligeros. Ian también lo fue cuando la bala le borró el nombre.
Bailamos toda la noche.
La oscuridad nos tragó cuando cruzamos las ventanas del edificio Ford. Tapiamos todo. Nos borramos los rostros. Nos hicimos sombra. Afuera, la ciudad ardía.
Trepar tu cuerpo fue trepar el árbol de mi infancia. Alto. Más alto. El vértigo olía a sangre.
Las imágenes se deshicieron. No hubo testigos.
Huesos rotos.
Sueños intactos.
—Ian, enciende la radio—.
Los bombardeos sobre Berlín están por comenzar.
El cielo se abre en un aullido metálico.
Ese árbol sigue meciéndome en sus ramas. Su corteza respira.
Nos vimos cuando ya habían retirado los cuerpos.
Los flashes nos devolvieron algo de vida. Por un segundo fuimos historia.
Nos envolvimos en periódicos viejos, en noticias muertas.
El humo ascendió, desafiando la gravedad del choque. El aire se llenó de cenizas y ratas.
—Qué hermosa es la materia dispersa de los cuerpos—.
El alma tiene una forma exacta cuando huye. Una sombra mordiéndose la cola.
Último aliento.
La exploración es la prioridad. Aunque griten. Aunque escupan los dientes al suelo.
He vuelto.
¿Negociar la guerra? No hubo detalles.
No quieres riesgos. La casa nos odia. Sus rencillas mastican las paredes.
Dios y los disparos de anoche. Dios y el eco de su cadáver en la escalera.
Pocos inocentes.
Nadie con un hogar al que volver.
Cenaremos temprano. Mientras los cimientos aguanten. Mientras el agua en el techo devuelva el olor de los jardines al colapsar.
Leningrado me hace pensar en los zares. Y en los perros de invierno lamiendo sus huesos.
Hay un país en Sudamérica que no puedo recordar.
Quizá ya no exista.
Quizá nunca existió.
La pobreza de su oro no nos alcanza. Somos mendigos de una ruina que aún no ha sido construida.
La palabra es la serpiente alada, la mujer que muerde los labios de su locura fecunda. Un grito que nadie entiende.
Los niños anudan galaxias a las colas de los perros que arden.
El espejismo humea. Y en su centro, la nada sonríe.
El corazón estalla en la tierra de lo improbable.
La luz traerá de vuelta los imperios donde el aire pesaba.
La copa del árbol que sostuvo al primer hombre. Su cuerda. Su revelación.
El resplandor que sedujo a la bestia que amaba en cavernas.
Esa sombra es mía. Mía. Mía.
Su perfección vacía dibuja mi forma.
El hablante de lo incierto.
—Ian, apaga la radio—.
Los oídos se llenan del cielo con la sinfonía de los bombardeos.
Todo es luz. Todo es sombra. Todo es ceniza.

viernes, 7 de febrero de 2025

La memoria del polvo 1934.

LOS EVANGELIOS DE LA IRA

[731]
Ojalá sea hoy.
De todas maneras siempre supe que ya era tarde,
pero ¿acaso esto significaba algo distinto para alguien?
De ninguna forma era así.
Los abismos con el tiempo llegan a ser tan comunes como la gente. 

[171]
—Yo también tuve miedo—
Pienso, cerrando los ojos, atragantado de luz.
Las moscas sobre los cadáveres siempre me recordaron un enjambre de abejas tras una flor:
La misma belleza terrible y feroz.

LOS PERROS ROMÁNTICOS

[...]
Podívejte se na mê
Podívejte se na mê
To monstrum ve mnê
Porád roste a roste


En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy aquí, dije, con los perros románticos
y aquí me voy a quedar.

martes, 4 de febrero de 2025

Hay que imaginarse a Sísifo feliz


El mito sustituye a la historia porque ésta ya no existe para los indios, que fueron expulsados de ella por la fuerza de las armas y cuyo padecimiento físico y moral podría resumirse en una palabra: Humillación (Lassus, 1989, 122)





[333]

Un dragón asciende por mi cabeza. Es rojo, largo, lleno de colmillos y lianas. Su aliento quema mis párpados.
El miedo lo abstrae, lo alimenta, lo lleva de un lado a otro como un niño endemoniado.

Dijimos: pronto los viajes cesarán. Pero los caballos siguen corriendo bajo la tierra, las alas siguen batiéndose en la leche nocturna.

Cuando el mundo era reciente, nos enterrábamos hasta la cintura en la arena y veíamos los animales calcinados. Los relámpagos abrían su pecho. La aurora encendía sus espinas. Nos cubrían de oro, de óxido, de un resplandor venenoso.

Me llamo O.
Todo lo que ves no me pertenece.
El derrumbe acecha dentro de cada flor.

¿Cuál es el camino que recorres enloquecido, persiguiendo un perfume extinto?

El dragón desgarra mi espalda, avanza vértebra por vértebra,
me atraviesa como una flecha incendiaria.

Cuando cierro los ojos, me vuelvo un hilo de luz que atrapa el vacío en fragmentos.

W dice que flota sobre un infierno de flores.
No sé si lo notaste,
pero el espanto también tiene pétalos.
Púrpura, lila, descomposición.

Mi mandíbula giró 360° al amanecer.
Y vi.

Recuerdo recordar tu nombre,
cada vibración que detenía el vértigo,
el hilo dorado de saliva que unía tu lengua a la mía,
la idea de tu carne brillando en la penumbra.

¿También buscas tesoros en las sombras,
donde los ojos se hunden y olvidan lo cierto?

Esta procesión de sentidos atrofiados mece los juncos.
Allí, en la infancia, dormida y llena de insectos.

M,
la fortaleza que buscas está enredada en los cabellos
de una mujer que es mil mujeres de humo.
Sus bocas narran,
sus bocas muerden.

También secuestraron el mar que otros soñaron,
antes de que se estrellara contra las piedras.

sábado, 1 de febrero de 2025

Tenemos el arte para que la verdad no nos mate






Tú eres lo único que está mal en mi vida.
Toda verdad está fundamentada en la derrota.

[543]

Amo la libertad de encontrar dementes ardiendo en sus sueños 



[234]

Seis lunas sobre el mar 
Sobre las alucinaciones más brillantes de nuestro organismo palpitante 
a toda velocidad sobre nuestros órganos luminosos
Si caen ante nosotros 
Nos recostaremos junto a ellos toda una eternidad.



[326]
 
Revestido de un dulzor único, este transito sanguíneo encuentra en mi su cause, amansadas las calles por el tedio, mientras el giro permanente de una moneda en el aire, va decidiendo las cuestiones más elementales, que prolongan la vida innecesariamente. Aturdido de nuevo por los motores que respiran diariamente en mi ventana, como el acto más humano, desbarato mi reino de fugacidades. El laberinto no es más un tormento, sino el lugar exacto para la reconciliación, entonces extiendo mi mano para entender en toda su dimensión las secuelas de sus actos, en concordancia permanente con lo desaparecido. Entonces procuro para mi la permanencia de las causas irreconciliables, alejado por siempre del fruto de la rama más alta donde la claridad maldice a la mente con la certeza de un solo camino.

miércoles, 29 de enero de 2025

Los paquidermos del terror


Hablo del desfile inmemorial de la prostitución por calles largas como el deseo y como el aburrimiento, del ir y venir de los autos, espejo de nuestros afanes, quehaceres y pasiones 

Octavio Paz.



Claro, si apenas balbuceaba imágenes, recién nacido a la nueva vida, estancada. Querías que empuñara todas las armas, que hundiera los pies en la puerta cerrada, que aprendiera el horror. Afuera todo era real, demasiado real, tanto que mi mano temblorosa no dudaría al aferrarse al pilar de nuestra casa, que se dobla, que cruje, que sangra polvo.

También tengo algo para ti. Un obsequio, hermoso y voraz, que espera su hora. Lo abrirás cuando el aire pese, cuando el mundo te borre el nombre, cuando tus piernas se partan en el patio donde crecen los deseos, altos, feroces, con bocas abiertas en cada hoja.

lunes, 27 de enero de 2025

Las nuevas farsas

Y una noche más tu querrás soñar 
pero la más pura soledad 
no se cura con champagne y cocaína.
Nacho Vegas

[…]


También ha domesticado las nubes. 
El no dios. 
Pastor niño. 
El anhelo eterno de todo lo que vive en el cielo 
No hay rastro de ello en la tierra. 
Los cuencos vacíos que se llenan de lo desconocido.

jueves, 23 de enero de 2025

El evangelio de la ira




Arrojar una piedra es una acción punible arrojar mil piedras es una acción política
Incendiar un coche es una acción punible incendiar cien coches es una acción política
Protestar es denunciar que eso o aquello no es justo
Resistir es garantizar que aquello con lo que no estoy de acuerdo no se vuelva a producir.
Ulrike Meinhof





[LAS INTIMIDADES DE LOS MONOS DE FERIA]




 
La felicidad consiste en saber que en algún momento todos ustedes desaparecerán, aunque a la larga, esta verdad ya no me interese.

jueves, 16 de enero de 2025

Los nuevos rituales


Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos;
El rumor de un pueblo que despierta.
M. Scorza.




63

Era la plegaria diaria la que encendía mi hogar.
Tuve un nombre en cada estación donde habité la calma.
Retorno ahora al territorio donde las banderas no han dejado de flamear.
La selva respiraba nubes cuando la piel era prisión amada.
Supe entonces la forma de su revelación:
los troncos roídos por los años crujían su cansancio,
ardían en ellos los albores de un sueño próspero,
inimaginable para el corazón terrestre.

Así, instalado este régimen de dulzor incomparable,
la caricia era obligación absoluta llegada la primera estrella.
Cuando esta casa tuvo su primer habitante,
preguntaron las voces la causa de sus cimientos,
el nombre de una deidad desconocida entre los jardines abandonados,
el aleteo ensordecedor de la primera migración.

¿Para quién levanta este imperio el sol cada mañana?
Sus días atravesaron los campos donde la muerte
cuidaba sus primeras criaturas tibias por la añoranza.

Para cuando el sol cayó,
esperaba el regreso de las aves que migraron,
el conocimiento del mundo en su primer graznido.
Su primer amor, sumergido en el aire, atendió su primera pregunta:

Aleteo de aves.
Tu primera palabra.


13


El deleite gira en los ojos de los escogidos, un hilo dorado que arde rojo en la cúspide de los templos que se disuelven. El amor se hunde, coral suspendido en la espera infinita. Los peces se multiplican en la conciencia líquida del dios caracol. Todo se pierde en la memoria subterránea de los hongos, en la risa hueca del caparazón. Una y otra vez arden en la dicha, una y otra vez vuelven polvo, una y otra vez destellos de luz ultravioleta.

jueves, 9 de enero de 2025

Rostov ardiendo 1345


Triste primate fascinado por el oro




[…]
La venganza es una virtud democrática.
Gonzalo Arango



[121]

Oh sí, estamos lejos mirando cerca desde siempre.


[267]

Baja a la tierra, serpiente dios.
Un picaflor dorado juega en el aire.


[287]

Presientes, añoras, deseas. Un canto submarino, un coral resplandeciente. Todo parece dormir, inalterable a las corrientes. Espero la primera ráfaga invisible que mueva los cuerpos a la vida que es ajena, el viento ligero que sopla en los resquicios, que silba, que simula un lenguaje.


[313]

Ya estábamos en el aire. En las cavernas, resonancias diminutas se atrapaban, vestigios de júbilos anteriores a esta fiebre. Ángeles descendían a menudo: altos, ajenos, con alas que no pertenecían al aire. Un mapa del principio se dibujaba entre hojas saturadas de triunfos dorados, naufragios íntimos de un orden roto. Civilizaciones apagadas en el clímax de la fuerza atómica.

Imagino tu sonrisa: un relámpago suspendido bajo la inversión de los polos.

Desde entonces comenzó la verdadera lucha. Metal y fuego moviéndose desde los cuatro puntos cardinales, como bestias recién nacidas.

"Esta voz se arquea por su peso y caen sus frutos hacia los cielos".

miércoles, 8 de enero de 2025

La mejor de las decepciones

PRIMATE ESENCIAL



"No hay nada que aprender del éxito. 
Solo se aprende del fracaso"

[456]

Un film hermoso, el secuestro como un viaje inevitable hacia la venganza. Zé, fría y desnuda, vibra en su acero y neón. La noche se abre como un abismo, perfecta para la redención, para que los idiotas sigan aferrados a sus sueños rotos. Los amantes desaparecen, los colores de la lujuria se evaporan en el humo.

Ellos tenían miedo, lo sé. Desde la ventana, ese olor amargo, químico, como si el mundo mismo se descompusiera. Luego el temblor, la carne que recuerda su fragilidad.
Dios, si existe, no está aquí esta noche.



[137]

Todos nos esperan allá afuera. Cierra las puertas, siléncialos.
Atraviesas la noche, un rayo blanco desgarrando la tempestad de las pupilas del mundo. Las puertas que negaron el sol a tu generación se abrieron para ti, para que habites esta luz amarga. Desde otra dimensión, tus pasos ya sonaban, anunciando una poderosa enciclopedia de tragedias humanas, tu única devoción.

Pintaron esta tarde, una más de las infinitas. Yo creía que hablabas del amor, pero era un amor hecho de muertes acumuladas, de rupturas irreparables. Un baile eterno, abrazado a la cintura de lo negro en lo indescifrable.

Ahora intento reclamar esos fragmentos, los que caen de los aviones, arrasados por temporales que desgarran el amanecer. Por ahora, dormiré aquí afuera, lejos de los sueños de los otros.
Porque siempre supiste que tu nacimiento sería el gran acontecimiento en la vida de todos los desconocidos.

domingo, 5 de enero de 2025

El secreto: Monos oportunistas

LA SOLIDEZ DE LAS SOMBRAS
El primer delirio de Zé 



Empezamos cuando la madrugada nos era ajena
Cantábamos para que nadie nos escuchase
Cantábamos por el vino que no pudimos robar


"Life is never kind
Life is never kind
Oh, but I know what will make you smile tonight"

[173]

Una máscara y seré feliz

[234]
 
Lentamente, como una tortura, haz de tu corazón un origami. Entrégalo a quien encuentre belleza solo en tu luz.


[251]

Era irreemplazable el peregrino en su ascenso, en la búsqueda desaforada de la raíz equivocada. Luego solo fue la fábula viva en las conversaciones nocturnas, el sueño recurrente en los niños que abrazan el olor familiar cuando son atravesados por la imagen turbia del mundo. Ahora la niebla evoca un balbuceo, quizás un nombre cercano a alguna entidad, pero el viento ha alejado todo cuerpo, de este impulso, toda noción maravillosa de esta instancia humana.


[93]

Una casa custodiada desde el amanecer. Mi casa. Se abre un camino que no anuncia la primavera. Ignoro el nombre del milagro y el de las gotas que caen desde lo alto. Hablo, entonces, de criaturas veloces que olfatean visiones. El camino se cierra, la nube sigue su rumbo. La corriente me empujó hacia adelante, deshojando el mundo, mientras cantaba:
“¡Miren sus piernas endurecidas por el dios de las alucinaciones.
Miren desde la cima de su ruina”.

Enloquecimos con el canto de las aves, bajo el aire agitado de sus alas. Es la ventura del hombre: una dentadura frágil que derriba árboles en absurdas peregrinaciones al centro de las tormentas. Encendidos en la memoria volátil del cáñamo, brillamos desde el exilio deseado. Convulsionamos, incapaces de comprender el orden natural del día. Mantuvimos en cautiverio el fuego preciso.

Proclamamos nuestra la tierra donde las ballenas van a morir. La espuma prodigiosa de sus bocas se funde en la arena. El primer desgarro de carne volando lejos de toda unidad soñada. Los territorios donde solo las suposiciones hacen reales los abismos.

Pequeños suicidas conocen la extensión del imperio de la voluntad, capaz de derribar toda frontera. El éxodo de la luz a través de la selva deja a la noche con un único órgano vital e indescifrable. La mecánica de la sombra diseña la cuadratura del cielo.



[171]

Llovía desde antes. Sus plumajes humeaban la travesía en el laberinto de luces. Forjados en la química, sus mentes fueron soles inigualables para ojos desprevenidos. ¿Qué estructura podría ser llamada lúcida ante su errático delirio de revelaciones?

Los recuerdo como voces en la oscuridad inminente, deviniendo en criaturas preciosas sobre las plataformas de elementales, niños hermosos en autobuses infinitos, inducidos a la introspección en los metros, emergiendo a la superficie despreciable de la creación.

Eran bombas. Mecanismos delicados de destrucción masiva, estallando en los cimientos del día establecido. Una voz afilada para la cacería en la guerra declarada desde siempre.




viernes, 3 de enero de 2025

VOLUNTAD Y PREFIGURACIÓN DEL PARAÍSO (1953), Eduardo Anguita


[...]

Una última palabra. Amo la Verdad y amo la Vida. Amo la Verdad y la Vida; ¿son irreconciliables? Rimbaud, al final de su ´Estación en el infierno´ clama por "(...) poseer la verdad en un alma y un cuerpo". ¡Imbécil! ¿No te lo había dicho San Juan: "Y el Logos se hizo carne"? Y el propio Hijo de Dios, ¿no habló así: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida"? Logos y Vida: he ahí el Paraíso.



miércoles, 1 de enero de 2025

Liu, nunca dejes de llover


Okinamaro ¿Donde estás? 
Ven a morder a la Dama Myobu
Midori detiene el flujo del río
Llena mi espalda de sumas y mi pecho de restas 


[131]

Una y otra vez 
Como un mantra que destruya la tierra.

[32]

Nada ha cambiado desde entonces 
Tampoco nuestra fascinación por la muerte 
Hay quienes buscan su olor en el regazo de un día perfecto 
En comunión con sus miedos 
Pero hay otros que aman morir un día cualquiera, 
sonriendo o bailando, 
entre la gente o los árboles.
Ama lo inesperado 
El rayo que incendia el árbol que todos ignoran, 
pero que arde en la memoria de los niños.