martes, 23 de septiembre de 2025

El maestro Español


[1845]

No me devuelvas al mundo mientras los motores devoren la lengua secreta de los pájaros.
Mientras las galaxias giren con la disciplina brutal de las hormigas.
Cuando las rutas marítimas se quiebren en un tumulto de ballenas anunciando a gritos la clausura del océano.


[1423]

Y vuelvo a ladrarle a las ruedas del día, que giran sin parar sobre mi cabeza como cuchillas que nunca se detienen. Muerdo ese sol que se adelanta en el horizonte, ardiendo en mi boca. Corro como un loco, mitad sueño, mitad rabia, cada mañana, descansando bajo la sombra delgada de un cuerpo que ya no recuerdo. Vuelvo a la locura de los ciclos marinos, el agua agita las melenas de los amantes hundidos en las profundidades, atrapados, sonriendo bajo el ancla de un solo nombre. Todos caminan atravesados por una espina que llaman vida, de la cual me deshago, lentamente, arrancando trozo a trozo, hasta que no quede nada.

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