sábado, 21 de junio de 2025

El viento que limpia el alma

Todos los días matamos nuestras mejores pasiones.
Henry Miller

*
Y eligiera otro camino: 
Será para mi, para mi deleite y mi goce.

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Respira. El jardín es vasto y el fuego, un dios dormido, puede observarse desde cualquier rincón.
¿Alguna vez pensaste en el aroma de las rosas con esta violencia?
—En realidad, jamás fui consciente del espectáculo: el mundo irrumpe siempre en la tragedia humana; una mano hecha de ojos nos arranca del estupor del instante—.
Anoche, cuando todo aún respiraba en pie, sonreías. Lo recuerdo como si ardiera en la médula.
Ahora puedo decir que la cinta está completa. 
Todas las ambiciones que nos trajeron aquí encajan con precisión.
Podría decir que escucho la respiración de todos, como un murmullo subterráneo, y que podría hundirme sin resistencia en esas voces.

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