Hubo noches interminables donde donde la respiración era un caballo enloquecido
Noches interminables donde asistíamos irreconocibles
Mirando el mundo como dioses implacables
Invisibles
Era el nuevo mundo que deseábamos
Éramos niños jugando con el corazón equivocado
Oh sí pequeño
Pronto nos crecerán alas como mala hierba
Pronto es demasiado para nosotros
Pronto es demasiado para nosotros
Avanza el día para ellos
Mientras sonreímos enfermos de vida
Mientras el humo sostiene el cielo de estas bestias inigualables
Frenéticos por las avenidas de la niebla
Preciosos elementos inestables
Así conquistamos este pequeño reino
Esta ruina indispensable
Vendíamos ilusiones sobre los puentes a los suicidas
El perfume del fracaso
En las ventanas todos gritaban desde sus almas vacías
Ese grito inconfundible fuimos
Ese silencio que nos atraganta antes de la caída
Prepara tu mejor sonrisa pequeño
Ese vestido que arranca la cordura de los estúpidos
Los sueños de este pueblo dijiste
El ojo ciego del que muere atiborrado de cielo
No comprendimos el sentido del movimiento del sol
No comprendimos el propósito
Hubo noches interminables donde el hambre devoró la conciencia de nuestras sombras
Quería saberlo todo a pesar de los golpes
Hubo noches interminables como está a pesar de la persistencia del sol
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