miércoles, 1 de enero de 2025

Liu, nunca dejes de llover


Okinamaro ¿Donde estás? 
Ven a morder a la Dama Myobu
Midori detiene el flujo del río
Llena mi espalda de sumas y mi pecho de restas 


[131]

Una y otra vez 
Como un mantra que destruya la tierra.

[32]

Nada ha cambiado desde entonces 
Tampoco nuestra fascinación por la muerte 
Hay quienes buscan su olor en el regazo de un día perfecto 
En comunión con sus miedos 
Pero hay otros que aman morir un día cualquiera, 
sonriendo o bailando, 
entre la gente o los árboles.
Ama lo inesperado 
El rayo que incendia el árbol que todos ignoran, 
pero que arde en la memoria de los niños.

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