miércoles, 25 de noviembre de 2015

Día 643: [Bombardeo sobre la ciudad invisible]

[...]

Volver a casa. A esa casa que ahora son cenizas. Ya lo habías mencionado. Atrás de lo que fue un reino para nosotros ha crecido un bosque. Sin casa alguna no sabemos quien fue el que terminó por huir. Solo dimos los pasos suficientes. Sabemos que una casa puede convertirse en un desastre. Un prisión adorable. Con el tiempo se extraña la presión en las muñecas y en los tobillos. Hubiera preferido quedarme con el recuerdo excitante del fuego y no con las cenizas. Uno entiende que no puede levantar una casa con cenizas. Uno nunca entiende que es una casa. Uno espera conocer la levedad de las cenizas. Uno busca con el tiempo otros reinos.



[Uno entiende que todas las casas tienen su nombre]

martes, 27 de octubre de 2015

Día -14: El perfil de Leningrado

[...]

Ardieron hasta que solo quedaron cenizas blancas. 

No volvieron a coincidir. Los alpes en la memoria no son imposibles. Lo repito una y otra vez. Cuando la noche en el mundo es solo una escotilla. Podría andar por sus bordes toda eternidad. Amanece. Coincide la estación de otoño con la fundación de la niebla. Regresar. Nos reagruparmos en el skyline de Praga o Leningrado. Nada hace pensar que ella tuvo un lugar en esta especie. De todos los retratos que guardo quizás este sea el más difundido. La revolución de Octubre. Los vientos huracanados. Y nosotros desprovistos de cualquier augurio. Éramos un espectáculo tierno en las calles. Rojo de ira. Amos de la última porción de luz. El gesto altivo de las aves atravesando la plaza. Desde lo más alto. Antes de caer. Estamos arruinados sosteniendo una isla que todos admiten imposible. Música rancia que no llega a alcanzar este brillo inusitado. Llega el primer canto en este carro blindado a iniciar la revuelta sobre la vida cotidiana. Inigualables payasos ensayando la sonrisa que ha dado el verdadero nombre a esta ciudad. 


Los secretos del Ermitage, 1845





lunes, 26 de octubre de 2015

Día 46: La fortaleza del pánico


[...]

Había perdido el motor izquierdo. El humo negro congregado. Lineal cardumen disipándose. En el centro del cielo. Típico resplandor del pánico desde la tierra. Giraba sin norte. Pequeña. La luna es diminuta cuando pienso en lo que nos hiciste. Grabo los datos. La caja negra es mi nueva memoria. En los noticieros nos escucharán como nunca. Mi extensión perversa.
Hablaré y tus ojos brillarán. Nos buscarán sin cansancio.
Siéntate tengo una buena historia para pasar la noche.
Mientras nuestros cuerpos son el siniestro que planeamos.
Mientras todos desencajan sus bocas al encontrarnos.
Al entender el mensaje.



jueves, 22 de octubre de 2015

Día xxz: Las campanas de niebla

[...]

Regreso a la mío a las apuestas, al hipódromo. A las butacas sucias y vacías. A ver a mi viejo caballo. Famélico y cansado. Regreso para verlo trastabillar por los carriles infinitos. Sin voluntad. Convulsionando en cada tramo. Qué bello es ver morir un caballo. Una bestia inigualable. Qué bello es ver morir al caballo que amas. Su pelaje brillante solo visto por tus ojos. Qué bello e irónico. Abrazar lo que pronto está por partir. Y no poder sujetar lo que se va y desconoces por completo.

martes, 20 de octubre de 2015

Día 76: Memorias Geométricas


[...]

Mi hermano, imposible en la nomenclatura humana. Raíz fundamental en lo incierto. Bailamos toda la noche, hasta que el negro fue el reino absoluto. Balancearse. Tomar la cuerda girar como monos. Juego artificiales incandescentes en la memoria. El olor del licor y la canela. Este traspié fue el mejor paso de la historia. Después de aquel aparatoso accidente de la bella princesa de la realeza. No me detuve sino hasta que ya no hubo noción del camino. Entonces supimos con certeza el movimiento de cada planeta. Nos deslizamos sin problemas montaña abajo. Prometiste hablarme de cada especie, aún de las no observadas por el hombre. Pero mi pregunta era mayor. Qué podría decirse de nosotros. Hablamos de ríos que devoraban poblados enteros. Quizás comprendí. Este acercamiento al sol. Ese dolor que acompaña a los que no han iniciado el viaje. Pero transparentados en respiración novísima de la tierra. Avistamos nuestras sombras. Las bandadas de papagayos huyendo. Golpeándose entre sí. En el desconcierto. Ceremony en nuestras cabezas después del estallido de los parlantes. Todas las botas hundiendo la tierra. Recuerdas el sonido seco en la nuca. Te vi ligero. Acompañado de las plumas de colores que caían. Momentos después de el acto de magia. Momentos después de abrir todas las puertas. No queríamos ningún sol en la habitación. Alternancia de luces indescifrables. Fue un accidente donde nuestros nombres quedaron grabados. Héroes mediocres. Nadie habla de estas hazañas. Qué podría decirse de nosotros. Saltando entre las ramas de la mañana clandestina. Yo tartamudeo la melodía que hace que sepamos la distancia que nos separa. El río se ha llevado las voces de los niños para esparcirlas por la selva y los alto parlantes.



Manto pre-inca.


sábado, 10 de octubre de 2015

Día 2: El asesinato de Rothko

Este libro termina en un banquete caótico. En una especie de fiesta Báquica. 
Todos quieren respirar. Podría enumerar el número de constelaciones del cielo. 
Ella huyó antes de la última exposición. Simplemente desapareció. 
¿Conservas algún color de ella?
El cuchillo de luz se estrenó en Nueva York mientras dormías. 
Han aparecido dos libros desde entonces.
¿Sueñas? 
Aprecias el aroma de la mañana en las sábanas. 
Buscamos durante días alguna pista. 
Yo podía ver a través de ella. 
Podía ver los corales y los peces ocultándose de las miradas. 
Abría la puerta para que la mañana escape. 
Corría hacía el bosque a ocultarse. 
Yo no sabía nada de ella.


martes, 6 de octubre de 2015

Día 17: El secreto de Liu


[...]


De donde vengo los gatos no son suaves nubes de algodón. Su ritmo es vertical sobre los cables de luz. 
De donde vengo el idioma es algo olvidado, el grito nos unifica en una sola piedra. 
De donde vengo la mujer que amo se balancea en los brazos de los desconocidos y pinta sonrisas con su rubor trasnochado. 
La duda lo envuelve todo es casi un animal cotidiano colgándose de las cortinas del día.


He salido a respirar un momento. 
Ha caminar con las restas en el pecho a llenar una vestimenta dorada para nadie. 

De donde vengo los besos se dejan secar en los tendederos como carne salada para ninguna estación.



domingo, 4 de octubre de 2015

Día 23: La memoria de la niebla


[...]
Todas las flores que tatué en tu espalda se han marchitado. Así transcurre el tiempo ajeno a mis demandas y la improbable casualidad de encontrarte al voltear la esquina donde los ángeles son asesinados, Vuelvo al mundo. Al vértigo de esta torre de alta tensión, sobre los rieles de este bólido infernal que me conducen inevitablemente a una imagen borrosa de ti, esto es todo lo que encuentro en este reino de bestias. La canción que se arremolina en mi pecho pierde fidelidad, en este descampado donde los gatos juegan todas las noches y maúllan al dios de las espinas que se erizan en el momento del amor. Vuelvo la vista al cielo y me sumerjo en el día, con todas las dudas que la primavera ha instalado en mi jardín. Grito fuerte un nombre, el nombre que me dieron sin consentimiento, pero esta tarde magnífica prueba mi fugacidad y se solidifica para sostenerme en este momento en el que las mariposas son azotadas contra la pared donde un niño con una fuerza de voluntad inigualable derriba al sol.

martes, 29 de septiembre de 2015

Día 28: Muchachito post punk

[...]
Dime muchacho porqué insistes en pensar, porque en ella que se acuesta con desconocidos.
Te diré porqué
Porque ahora puedo hacer una lista con las cosas que pueden acelerar mi corazón. 



domingo, 27 de septiembre de 2015

Día 26: Música para imbéciles

[...] 
Mi ex novia francesa solía decirme que no sabía cuidar las cosas. Me sigue repitiendo lo mismo, dedicadamente, todos los meses sin falta. En esta ocasión lo hace desde una playa en la riviera junto a su novio italiano. Aprende a valorar lo que te rodea insiste con un odioso tono maternal, no puedes ir saboteando todo aquello que te hace feliz.
Es cierto digo, no puedo ir por la vida tan libremente sin detenerme a pensar en todo aquello que dejé ir. No puedo permitirme esta sonrisa obsena y sentirme a gusto mientras leo sus mensajes que van minando el camino del paso siguiente, mientras reafirma mi convicción sobre la felicidad de los seres humanos.
¿Te gustaría verme volar por los aires no?



viernes, 25 de septiembre de 2015

Día 25: La resistencia del humo.

No sueño. He dejado que deambule por el jardín por la noche. No sueño por el ruido de los molinos que mueven su voz. Por la mañana he despertado en contra de la voluntad de todos. No he encontrado ni cigarrillos ni encendedores. Solo el humo sólido, vertical. Empiezo a ordenar las escenas, al hacerlo unas se llevan algún rostro de otro plano, una voz, imperceptible pero decisiva en el momento de visualizar el edificio en pie. Los noticieros no informaron ningún evento sin embargo yo los vi caer desde sus ventanas. Siendo más grito que cuerpos. Ángeles temerosos pensé, torpes y cobardes. Una joven suicida sobre el capote de un auto acapara la atención de la luz. Pero antes de pensar en sus mejillas debes resolver tu encuentro. Debes pensar en el alineamiento de los planetas en el espacio debes repensar el rezo de ese satélite rozando la tierra. Toca inmediatamente la puerta solo para marcharse, para entenderse lejos de aquí. No sueño. Intento alguna colisión posible en el transito nocturno. Pero es tarde. Los gritos cayendo lo repiten es tarde y no sueño. Vuelvo al jardín. Es luna roja. Espero pacientemente que me sorprenda. Esto es pesado. Otra gravedad gobierna este silencio. No sueño en el jardín las flores se mueven como viejas antenas de transmisión. Señales de vida. No sueño.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Dia 11: El aroma del Ololiuque

¿Oh pequeña, deseabas ver un incendio? cruce todas las fronteras por la tarde mientras todos soñaban con la calma de los estúpidos. Yo anidaba mis sueños en el ojo de la tormenta.
Rebatió el viento la ventana que dejaste en mi pecho, golpe a golpe decidí arrancarla. Me trajo todas estas visiones del pasado. Ver todos esos castillos de arena deshacerse fue hermoso.
¿Sobre qué clase de altar coloqué mis huesos?
Han derramado el vino sobre la mesa, mis animales los he encontrado muertos tras las noticias certeras, después de ver como caían envenenados los actores.
Denles agua gritaba mientras sonreía. 
Han llamado a la puerta y no he respondido, han derribado las paredes y han reclamando por los cuerpos que habitaban este cielo desdentado.
Arroja un cerrillo en este forado y entiende lo que nunca pudiste tocar.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Dia 10: EL castillo de sal bajo el mar.

¿Sabías que los quasares son los objetos más lejanos y los más brillantes?
¿Sabías que el sol se va a morir algún día?
¿Sabías que la mentira fue el pilar de toda nuestra fe?

Caminaba por la noche. Puedes ver criaturas cruzar asustadas de lado a lado. ¿Lo teníamos todo? Quizás cuando dejaste caer la botella para que el pudiera verte, habría podido responder, pero seguimos adelante. Seguimos a pesar de todos. Yo no sostengo ninguna mano por ahora, no sostengo ningún pensamiento. En blanco. Un satélite que solo acumula vieja información. Que mira el pasado y registra.
Las señales no se han detenido.
Dios debe ser metálico y brillante como un astro.
Dios debe saber que no lo puedo ver reflejado en el agua.
No reviviré muertos por ti.
No cometeré tus errores.







Una bala
es un tren
con mil
memorias
desconocidos

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Día 7 y 8: ¡Oh niña aquel arma aún humea!


Entonces Valentina Nappi apareció en mi vida.


[...]
La mayoría de momentos memorables, para bien o mal, están acompañados de una buena canción. No entiendo el ruido ensordecedor que puebla este pensamiento. Se supone que la casa estaría en llamas y los niños a salvo. Hubiera deseado salvar esos garabatos de las paredes.
El camino de retorno a la infancia, se hace más difícil. La estática en el televisor me recuerda que los sueños de otros han hecho volar otra antena asentada la noche. Enciendo un cigarrillo hasta que parezca el sol y el humo confabule una canción que nos haga bailar hasta perder la conciencia .
Gun Shop-East Geat, 1983.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Día 6: La apariencia de Liu

Yo podría haberlo explicado mejor. La hierba había crecido mucho desde la última vez que nos sentimos humanos. Tenía muchos nombres para ti, quizás lecciones que no debí olvidar volvieron brillar de forma horrorosa.
Ahora espero que se parta el cielo y descienda la luna como una hostia sobre este jardín.
La pólvora ha dejado su rastro en la noche.
Fuimos animales hermosos hasta que nos brotaron los ojos.
Yo puedo corren hasta alcanzar la luz que probablemente reflejamos en las calles sin esperanza alguna.
Puedo tomar tu mano y escribir la historia de los hombres sin ningún arrepentimiento, a pesar de toda la noche negra que cae sin remedio.
Porque las últimas formas en las que nos dimos por muertos eramos elementos inestables.
No olvido el jardín que a pesar de la guerra siguió contrastando con el mundo que habíamos creado, contrastando con las máscaras con las que asistíamos ante los deseos enfrentados.
También nuestras voces se unieron para ser el mítico grito de una quimera que había enfrentado a su propio corazón.
Yo puedo hablar a través del agua y retorna de su viaje por el mundo.
No negaré esta ceremonia en la que el fuego lame cada partícula ni el las manos que tiemblan a pesar del sol que destruye todos los mitos que hicieron inigualable esta melodía.
El cielo vuelve a iluminarse, los rotores de los helicópteros rugen como recién nacidos.
La hierba ha cubierto todo lo atroz.
Puedo ser ese dios que órbita sin sentido
El ojo obsceno que urga los basurales de la conciencia.


sábado, 5 de septiembre de 2015

Dia 5: La memoria del polvo

He sido tocado por dios. 
Me ha hablado a través de un forado en la tierra y he reído.
Era otro momento para su verdad.
Me llevo un hermoso recuerdo de su palabra.
Una espina o un colmillo.
Ambos somos trenes que viajamos en la noche
en direcciones opuestas por el mismo carril. 



viernes, 4 de septiembre de 2015

Dia 4: Las nubes de bronce

En esta multitud soy un desconocido absoluto. Hasta que pude recodar.
Los niños pierden sus ojos al ver el sol.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Día 3: Pavlov en la niebla

De nuevo bajo el cielo, enredado en la creencia certera del telón diurno, se levanta la figura del espanto. Los niños corren por las plantaciones de opio y no puedo recordar.
Dirijo mi mano al universo y siento el peso de cada uno de los astros en mi corazón.
Hemos recorrido bajo la forma de bestias salvajes los ojos vacíos de los hombres.
Escribe a pesar de ti mismo. Escribe, aunque sean contradicciones, tragate el mundo. Se la misma contradicción.
Camina estos parajes como el último ser de esta tierra.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Día 2: +RE:102101

La traición en los actos más cotidianos. Aspiras el aire que te devuelve al mundo, bocanada a bocanada, recuperas la compostura. Hace un tiempo quebraste el recipiente por el que escapa todo el humo. ¿Ves el incendio? Todos dicen ver a través de él. Todos dicen lo maravilloso del sol. Todos aman lo inalcanzable. Sabes que no podrías acariciar la verdad palpitante tras el derrumbe.

martes, 1 de septiembre de 2015

Día 1: El diario de la transparencia

[...] 
Si finalmente con mis cabellos crecidos (tú me reconociste en algún trazo de Giotto) 
Espanté a la tristeza y puedes mirar una vez más hacia atrás sin el temor de la sal 
Del cambio de lengua 
Y miraré también mi rastro entre yerbas y pintura de Brueguel 
Porque esta noche abriré tus sueños con mi viejo abrelatas.
E. Verastegui




martes, 5 de mayo de 2015

Motorama



[...]
Escucho "I am drunken by wine, / quite as a child / So close to thee" y recuerdo llevar una bomba en el pecho. Cerré los ojos para retener todo lo posible, cerré y baile en llamas, perdido en un bosque, tocando la realidad cada vez que los párpados me permitían un poco de luz. Las visiones se sucedían una tras otra, recuerdo las calles de Rostov bajo la influencia del LSD, los edificios creciendo bajo la fotosíntesis de la locura, dos soles brillaban en la noche, estaba perdido pero las palabras carecían de significado. La respiración trepaba las ventanas de todos los cuerpos. Tuve un sueño atrapado en mil sueños más, inagotable. Seguimos ardiendo por la ciudad, por los caminos clausurados, seguimos oyendo mientras el universo es una gota de agua. Pienso esto debe ser un concepto de belleza que aún no he podido estructurar, nada se detiene, vuelvo a permitir que se filtre la luz, a permitirme creer que los quasares son los objetos más lejanos pero los más brillantes. El vacío se hace uno conmigo. Escogimos otra ruta. La isla que se alejó del continente.

[ Motorama, domingo 3 de Mayo]





Y me repetí mil veces para que la muerte me atrapara


Vladislav Parshin

Alexander Norets


Oleg Chernov

Maxim Polivanov

sábado, 4 de abril de 2015

[La ignorancia de la sal]


Debes entender muchacho que no todas las calles son un camino. Deberías olvidar, nunca es demasiado tarde para hacerlo. No te hablo de buenas o malas lecciones, te hablo de nuevos ojos en la máscara que sonríe todas las mañanas a pesar de los nudos. De la ropa esparcida en el suelo como si se tratase de la señal de alguien que naufragó hace tiempo. Piensa en aquellos viejos hombres que pudieron doblarle la mano a la vida, piensa en su alegría colgada en el techo de la habitación, meciéndose de un lado a otro, ellos observaron el filo de esa mueca que seduce, pero ahora ellos son soberanos de su reino sin nombre. Nunca olvides todas las madrugadas buscando un lugar al cuál llegar, no olvides todas las miradas que templaron tus dientes hasta casi hacerlos desaparecer. Ellos no volverán a ver sobre la tierra una criatura tan increíble rozando el cielo con el lomo, ni las chispas que caen desde él.

"After the rain" suena mientras todos se derriten en la ciudad, como pequeños soldados. Muddy Waters construye este instante prolijo donde cualquier palabra se desvanece a pesar de su terquedad, yo también soñé con hacer temblar el mundo o por lo menos hacerlos trastabillar.


jueves, 2 de abril de 2015

"4M3R1C4 2.0: Novísima poesía latinoamericana"

MI LUCHA
4M3R1C4 2.0: Novísima poesía latinoamericana parece ser un libro futurista, un dispositivo que deviene virus extraterrestre, panspermia lírica. También ser malentendido bajo la nominación esencialista de lo meramente experimental y el capricho de la pose afásica. No obstante, acá encontramos la presencia de un lenguaje vivo, pero leído y escrito desde otro lugar (biopolítico) ajeno a la mera representación o a la contemplación burguesa y ramplera. La llamada poesía urbana está en ruinas pues no se ha dado cuenta que sus referentes lo están, la poesía erótica no tiene idea de lo qué es una escritura de los afectos y el conservadurismo lirista, del yo, del tú, confirma su voluntad de museo y mausoleo. Acá lo que hay es otra cosa: Animalidades y nahualidades, niños, niñas e infancias post-edípicas, instituciones normalizadoras enfrentadas a sus propias infracciones, afectos cooperativos en vez del deseo competitivo, la misma poesía entregada a sus puntos de fuga rebeldes y delirantes, épicas en el sentido más trágico y remoto: la propia existencia. Estos autores y autoras nos muestran un nuevo escenario que no es distinto al drama, o la comedia, del escritor con la página en blanco, pero acá esa página es un interfaz, una sinapsis colectiva, una fogata hecha con los restos de la civilización ante la cual nos reunimos para volver a hablar, para volver a la telepatía que nos enseñaros nuestros hermanos mayores de la tierra. Las historias de las vanguardias literarias son la historia de un solo poema que se vuelve a escribir una y mil veces. Esa es su belleza y su fatalidad. Suspende la genealogía temporal y crea un espacio en constante devenir. La propia poesía latinoamericana como idea se nos escapa por sus excesos de vida, por sus tornados imaginativos justamente porque por cada nuevo poeta, ya sea un adolescente que escribe un poema de cien años, o un poeta de cien años que escribe un poema adolescente es que ésta vuelve a vivir. Muchos escritores queridos y admirados han partido recientemente y anoche soñé que si uno sueña con ellos no morirán. De ser así, estos textos, y este libro, sean un sueño colectivo que hemos escrito para que ningún poeta que queremos desaparezca de la faz de nuestra poesía y sea un nuevo Prometeo que le robe a la eternidad un pequeño fulgor, una diminuta iridiscencia, un mínimo destello. 4M3R1C4 nació como una obra única, pero todo confabuló para que exista esta segunda edición que es un segundo volumen. Estos 40 nuevos autores no se suman con los 40 anteriores sino que se multiplican, se elevan al cuadrado, a n-potencias, n-branas. Conforman una comunidad, pero sobre todo los emparenta algo sumamente importante: la creatividad de la literatura. Una búsqueda que se desdice de los vaivenes culturales o las modas artísticas. De aquí a un tiempo más espero poder compilar un tercer y último tomo que incluya a otros nuevos 40 poetas nacidos entre 1986 y 1996. Ya conozco a varios de ellos, pero nos los nombraré ahora. Cada tiempo a su cosa. Lo mutable y lo inmutable. De este modo los tres 9 4M3R1C4 sumarán un corpus de 120 novísimos poetas latinoamericanos nacidos entre 1976 y 1996, quizá el más amplio, vivo y concreto registro de las nuevas escrituras. En realidad parece que la poesía le copiaba a la resurrección. 4M3R1C4 es prueba de esto. Sigue siendo un fractal de la poesía latinoamericana más reciente y su pregunta por la historia de la civilización deja de inscribirse para ser un estado de plasma, de irradiación y de transmutación ígnea. Cada uno de estos autores es un cuerpo celeste, una conciencia y un virus que de algún modo se ha decidido a quemar sus naves, o como pensó el poeta chileno Jorge Teillier, esperar a los ovnis e irse con ellos. La probabilidad de una Posthistoria de la humanidad.

Héctor Hernandez Montecinos
Vicuña-Santo Domingo-Monterrey Julio, 2012.

Forman parte de esta edición:

Adriana Sánchez, Juan Salzano, Lauri García Dueñas, Érica Zíngano, Willy McKey, Mara Pastor, Alexei Tellerías, Jamila Medina, Andrés Villalba Becdach, Tilsa Otta, Fernando Escobar Páez, Elena Salamanca, William Eduarte, Emma Villazón, Rubén Ramos, Christian Kent, Gustavo Campos, Kreit Vargas, Legna Rodríguez, Hanzel Lacayo, Karen Valladares, Sergio Alvarenga, Alex Piperno, Felipe López Giraldo, Ismar Tirelli Neto, Mariano Massone, Manuel de J. Jiménez, Raúl Martínez, Wingston González, Andrés González Berríos, Francisco Catalano, Carlos Marré, Milenka Torrico, Carlos M-Castro, Magdalena Camargo Lemieszek, Neronessa, Gabriel Woltke, Magalí Jorajuría, Matías Tolchinsky, David Meza

Pueden descargar el archivo a través del siguiente enlace.
https://drive.google.com/file/d/0B1H9ZiO3rcylRlhIV2RhT1NKb0U/view?usp=sharing



martes, 31 de marzo de 2015

La decapitación de Lot

No descansamos, no. Ayer hablamos toda la noche mientras los dientes se nos caían, mientras los sueños dejaban de atormentarnos. Ayer descubrimos minerales valiosos en la veta de nuestros cuerpos. Intentábamos hablar, todos los que nos vieron en aquel momento saben que hicimos el mayor esfuerzo, quizás no pudimos avanzar porque los cristales de los edificios se desprendían y no podíamos alejar los ojos, no podíamos dejar de bailar mientras todos gritaban. No podrán alcanzarnos, no podrán escribir sus números en nuestras frentes, no podrán, no.
El amanecer no nos alcanzó, te digo esto porque aún, escucho tus pasos entre los árboles que no tienen sombra, no pudieron alcanzarnos. Solo pedíamos que no cesarán las sirenas policiales.
¿Viniste sola a este entierro? Mi botella está medio llena al igual que mi corazón. Mi alma está por debajo del nivel del mar y puedo respirar este soberbio humo. ¿Bailamos? El sol no nos alcanzará.
La electricidad no tardó en tirarnos al suelo, no tardó, porque nunca tardan las balas, porque siempre son puntuales, por eso todos aquí amamos su brillo. ¿Alguna vez tragaste un anzuelo? Yo siempre fui un pez, un pequeño pez dorado en el estanque de la vida que se ha detenido. El sabor metálico es indescriptible. Ahora toma mi mano y sumérgete, vendrán a hablarte que tenemos un espíritu que debemos resguardar, vendrán con sus ojos apacibles, vendrán y querrán desnudarnos. Mi espíritu hace tiempo que huyó, hace tiempo que decidió conocer la ciudad por su cuenta. Disculpa pero ellos querrán marcar mi frente, pero la única sonrisa que poseo los aterroriza, la única moneda que brilla en el fondo de mis ojos ya está desgastada por todos los deseos que nunca se cumplieron.
¿Deseas bailar? La noche no nos alcanzará, la canción no se detiene, canta como si todas la aves de las playas de mi memoria emigraran, canto con ellas y por ellas. canto con mi voz quebrada. Bailemos antes que la electricidad vuele la casa, bailemos hasta que podamos salir montados en el humo que se levanta, bailemos en los ojos de los niños que aprenden a creer en en la magia de esta raíz prohibida, bailemos en los subterráneos amordazados. A fuera el sol ha empezado a girar, el sol demente que quema los lomos de los que no tienen este vínculo con el cielo. Vamos a bailar hasta derribar el sol, vamos a encender luces de bengala, vamos a llenar de nuevos nuestras botellas, sabemos que no debemos volver, debemos olvidar el camino, debemos correr por los desiertos.
Podríamos hostias en tu boca y la levadura en tu cabeza. Todos corrieron por los campos minados y gritaban de felicidad. Todas nuestras monedas desgastadas sin que si quiera hayan perdido su brillo inigualable se enfrentan al cielo. Mira todos los deseos que golpearon su forma.
Bailemos sobre este camino que termina bailemos sus escombros, bailemos este nudo en la lengua.










martes, 17 de marzo de 2015

[La muerte de Liu]

[...]
El mar blanco. Para que la risa se eleve y se convierta en un arma. ¿Hace falta utilizar el alma como un gatillo? Nieva, hace horas empezamos esta conversación, el melodrama tal vez pareció un juego inofensivo. pero mírate y mírame ahora. Nuestras civilizaciones aceptan hundirse entre sueños y esperanzas, sobre el lodo de nuestras victorias mínimas.
-Perdón, señora me permite usted quemarle un ojo, se ha llenado de mundo. Perdón señora puedo ver en él un territorio devastado, perdón, dígame sabe que tiene alguna oportunidad de reencarnarse, señora dios quiere huir por su cabeza, permítame clausurar la salida-

[La muerte de Liu]