jueves, 10 de febrero de 2022

 [Cercine]

Encontrar el secreto.
Fundir las campanas de bronce de los altares donde se evita el desconcierto y se vela el ala perdida, inservible, en la hora del viento.
Mi predica será única entre el balbuceo de los imbéciles, porque para cuando ellos comprendan la maravilla escondida en la decadencia serán inservibles mascaras, semillas del desencanto.
Alta es la esfera donde habita el pensamiento como un pez de color, elevado por sus oraciones ante los océanos salvajes.
En las corrientes donde se pierden las nociones, convertidos en partículas efímeras, indagamos nuestra forma primaria, inexacta.
Entonces supe de la miseria que gozaban en la cima de sus pesadillas diarias, en el ejercicio irreemplazable que otorga la manía de la voluntad.
Puesto que mi trayecto se encuentra convenientemente enlazado a la fatalidad, levanto esta fortaleza inaccesible, contra la vitalidad presumida del triunfo.
¿Qué bondad esconde la mano que llama desde su lecho a la muerte y abre el jardín donde lo sagrado reviste los muros invisibles en la paranoia preciosísima de la fugacidad?.



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