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Al escribir no bebo, ni me estupefaciento, ni me inspiro. A lo sumo estoy algo aburrido, o no timbró el teléfono para escuchar su voz de jazz que tanto me gusta, o estoy harto de medir la dimensión tornasolada de Junín, recibiendo el homenaje indignado de los energúmenos.
El nadaista opina:
-No hay que estar orgulloso de ser hombre, ni de pensar ¿Ves ese par de moscas que se aman? (Señala los bichos con el bolígrafo) Ese par de moscas serían felices si supieran que cosa es la felicidad.
Gonzalo Arango, Naditación 14.
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