sábado, 5 de junio de 2021

Donny Donowitz

 *

Día 2
Oh sí, me siento acompañado. La música no ha dejado de sonar.
Vamos por la madrugada. ¿Sabes? esta escena debería empezar con el primer plano del Oso Judío y su bate de Béisbol. El gran sargento
Donny Donowitz abriendo las mentes más cerradas al universo. Esto debí escribirlo hace mucho muchacho pero he recaído nuevamente. Ayer pensabas seriamente en dar con esa chica en el metro de San Petersburgo mientras ibas abriéndote paso pesé a la oposición del mundo. ¿Realmente pensaron que eran importantes sus sueños en una ciudad como esta? Caí entre la muchedumbre como un gran héroe, caí como si fuera Iggy Pop lanzándose desde escenario al vacío. El insomnio ha vuelto y con él, tus precariedades indispensables, el día aún no hace arder este mundo, no lo suficiente para que desaparezcan. ¿Te gustan las cenizas?. He pensado repetidas veces que el sol es blando con demasiadas personas pero aparece el gran Oso judío, el sargento Donny y su gran habilidad de arremolinar el aire.
También la luz tiene sus propios caminos sin salida, y es cierto, le temo más a la certeza que proclama.
No puedo confiar en algo que no puedo ver directamente a los ojos.
Manual para nihilistas en Rostov 1897.
Arte: Tadanori Yokoo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por un pequeño instante
Te recordé
Pero deseo irrefrenablemente borrarte de mi pecho.
*

kreit vargas dijo...

Los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan allí.