Un poco perro.
Mudo, como la piel que cambio.
Soy un verano
Con los ojos de los perros y los rabos.
Hoy me porté bien.
¿Hay alguien que me recompense?
A mi mismo. Nadie.
Idiota, hombre, soy mar de conocimiento, que nace y se ahoga.
Da igual
¿De qué sirve que me entiendan?
Con un trago en la mano soy el rey de un mundo al fin y al cabo, pero absurdo.
Y porque nunca falte.
El motor que te lleva todos los días ha ladrar silenciosamente en la calle.
Y la máscara que pesa más que el concreto.
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