O mientras cierras los ojos. Recuerdas yo era ese niño que amaba los ojos de los peces en los mercados, esos ojos vacíos, por eso te busque en ellos. Ayer me dijiste que el sol no volvería a caer y te creí, profundamente, como un anciano cansado de repetir sus pasos. Me miraste como se mira el cuerpo de las reces en el mercado. Un parque de diversiones te sedujo, un parque derruido, a punto de colapsar. Antes de cruzar esa frontera que no sabes si la atravesaste como hombre o bestia. Solo seguiste adelante, dejando de lado ese jardín que te susurraron tus padres de pequeño. Ahora que podría decir después de haberlo visto todo y no haber comprendido nada. Entiendes? Soy esa parte que nadie quiere en su camino e irremediablemente brilla en el choque de katanas oxidadas. Tal vez pueda volver a pisar la misma mina antipersonal. Dios o algo parecido a ello me ha hablado bajito, con temor, sabiendo cuidar lo que ya está roto. Mira, ha caído el sol y no hay nada que pueda hacer.
jueves, 29 de julio de 2021
viernes, 23 de julio de 2021
"Pirotecnia y protocolos de vida en las copas de los árboles"
[...]
Han quitado por fin esa señal de mi vida, una y otra vez en el recuerdo, el brillo. Ayer fuimos temprano a la estación, calibramos los sentidos -podría llamarte incluso desde aquí, desde este bunker, la dorada cúpula de hierro- Así empezó todo esto, entre ruinas y resonancias, los pasos del hombre desconcertado por la desnudez de su naturaleza atraviesan el paraíso, los aviones cortan eficazmente la dureza del cielo. Perfección pienso, mientras el rodillo del día pinta los rostros pálidos de los míos.
¿Sabes? Conozco el camino.
El sacrificio es insignificante cuando de pronto empiezas a sentir como el monstruo agazapado comienza a balbucear sus primeras palabras, es luz pura. Ellos dicen que pueden hablar con dios, no lo dudo, puedo reconocer la expresión de un imbécil, puedo reconocer el rostro de sus héroes enfermos.
En la primera mañana escucharás sus primeros sollozos, nada calmará tu sed tanto como la turbulencia de sus aciertos, pensarás que el alma es un calambre, comenzarás a sentir ese músculo entumecido, moverse a través de tu cuerpo.
-Ha desactivado todas las bombas, todas las trampas que colocaron en tu infancia-
La felicidad es un arma que enfría la vida de los estúpidos.
No podrás negar tu conmoción por la solidaridad del mundo ante los resquebrajados, te hace ligero el cuerpo en los instantes donde el otro cae y la vida es de nuevo una fuente inacabable y continua.
El monstruo duerme, cuando tú enarbolas una sonrisa grotesca, el símbolo de tu precariedad se agita por el viento desolado de otro reino, el de los vencidos. Se hará tarde como siempre en el transito del adiós continuo, recurrente en soles.
Él ha abierto los ojos, golpea sin ruido las paredes intangibles de tus fortalezas.
El juego nos libera del miedo ¿Lo sabías?
Reduzco la distancia, para esgrimir un golpe sobre la vida misma. El hombre es un pequeño polvorín de guerra obsoleto. La sonrisa cobra el sentido más puro en la complicidad, cuando sabes de pronto que el fuego no tardará en llegar.
jueves, 22 de julio de 2021
Instrucciones de supervivencia
"Si un pozo es muy profundo, puedes ver una estrella ahí abajo incluso en medio de un día soleado."
miércoles, 21 de julio de 2021
Infamia
Sea lo que sea, solo éramos niños jugando a la guerra, pensando en la cena caliente.
Luego solo corrimos hacía la vida creyendo que era el único destino.
lunes, 5 de julio de 2021
Julio Inverso
XVI
Ella siempre sonríe en mi recuerdo. La sonrisa es su patria. Allí la dejé. Mi sueño y mi recuerdo más antiguo (1982) es su sonrisa. Lo demás son tinieblas y vagas metafísicas. A veces hay un brillo (de los ojos), una mano que viene, refrenada y marítima (hasta podría imaginar que esa mano alcanza mi pelo). Quizás podría reconstruir, con algún esfuerzo, a aquella mujer y tenerla, nueva, y tenerla a mi lado; una mujer hecha de visiones, fervores y anhelos. Pero, al final, ella está quieta en mi recuerdo, cardinal y levemente maligna, inaugurando para mi el amor, cambiándome el curso de la era, mientras sigo a sus pies, hablando del amor, como aquella noche.
Ella siempre sonríe en mi recuerdo. La sonrisa es su patria. Allí la dejé. Mi sueño y mi recuerdo más antiguo (1982) es su sonrisa. Lo demás son tinieblas y vagas metafísicas. A veces hay un brillo (de los ojos), una mano que viene, refrenada y marítima (hasta podría imaginar que esa mano alcanza mi pelo). Quizás podría reconstruir, con algún esfuerzo, a aquella mujer y tenerla, nueva, y tenerla a mi lado; una mujer hecha de visiones, fervores y anhelos. Pero, al final, ella está quieta en mi recuerdo, cardinal y levemente maligna, inaugurando para mi el amor, cambiándome el curso de la era, mientras sigo a sus pies, hablando del amor, como aquella noche.
Su sonrisa me basta. No necesito saber más para seguirla amando. Pero ahora, en cambio, está saliendo el sol y me sacudo esos penosos atributos, me despojo y me levanto, a sumarme la algarabía y al concierto de las pequeñas cosas.
domingo, 4 de julio de 2021
Kobosil 44
*
Probablemente sea el tipo de personas que apuestan todo al primer impulso. ¿Sabes? No hace mucho pensé que los viajes nunca terminarían, ahora que sé que he concluido uno, el más importante, me alegro de saber que el miedo no pudo tocar ninguna de las puertas que dejé abiertas para este maravilloso y severo sol.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)