La sonrisa de Shröringer
Por fin quitaron la señal de mi vida, su intermitencia repitiéndose una y otra vez en el recuerdo.
Temblábamos temprano en la estación, calibrando nuestros sentidos
Todo empezó entre ruinas y resonancias, sobre la desnudez de los pasos y la dureza del cielo, que era cortada con eficacia por tus ojos.
Conozco el camino me dijiste y te seguí.
El sacrificio es insignificante cuando de pronto, empiezas a sentir que despierta un monstruo en ti, a balbucear sus primeras palabra, luz purísima.
Pueden hablar con dios me dicen, escuchar su voz
No lo dudo
Puedo reconocer el rostro de sus héroes enfermos.
Nada calmará su sed, la turbulencia de sus aciertos.
Pensarás que el alma es un calambre, comenzarás a sentir ese músculo entumecido, moverse a través de tu cuerpo.
La felicidad es una arma que enfría la vida.
No podrás negar la conmoción causada
La solidaridad del mundo ante los resultados inesperados
El cuerpo se hace ligero
Cuando enarbolas una verdad única, tu verdad, contenida en un solo punto.
El monstruo duerme.
El símbolo de tu precariedad se bate por un viento de otro reino.
Ha abierto los ojos
Golpea sin ruido las paredes internas de tu fortaleza
El juego nos libera del miedo
Ahora
Reduzco la distancia para acertar el primer golpe sobre la vida.
La sonrisa cobra el sentido más puro bajo esta nueva visión
Cuando sabes de pronto que el fuego no tardará en llegar y devorarlo todo.
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