LO QUE LAS GITANAS REVELARON A MI ABUELA CUANDO AÚN ERA JOVEN
La guerra, la enfermedad y el hambre te harán su nieta favorita.
Picarás cebolla y trozos de corazón en la misma sartén caliente.
Tus hijos dormirán en una maleta atada con sogas.
Tu esposo te besará cada noche los pechos como si fueran dos lápidas.
Ya vuelan los cuervos por ti y por tu gente.
Tu hijo mayor yacerá con moscas en los labios sin sonreír ni alzar la mano.
Envidiarás a cada hormiga que conozcas en la vida y a cada maleza al lado del camino.
Tu cuerpo y tu alma se sentarán en postes separados mascando el mismo chicle.
“Bella muchacha, ¿estás a la venta?”, dirá el diablo.
El sepulturero comprará un juguete a tu nieto.
Tu mente será un nido de avispas aun en tu lecho mortuorio.
Le rezarás a Dios pero Él colgará un letrero que diga “Favor de no molestar”.
No preguntes más: es todo lo que sabemos.
**
El muerto desciende del cadalso. Lleva su cabeza
ensangrentada bajo el brazo.
Los manzanos están en flor. El muerto se dirige a
la taberna del pueblo a la vista de todo el mundo. Allí
para él y otra para su cabeza. Mi madre se limpia las
manos en el delantal y le sirve.
Qué tranquilo es el mundo. Uno puede oír el
viejo río, que en su confusión a veces se olvida y fluye
hacia atrás...
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