lunes, 8 de agosto de 2022

2011

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También me he mudado de casa, he sacado lo que humanamente podía, he desmantelado el esqueleto de la vida. Le he prendido fuego. No hubo calor ni espanto por el humo y las llamas. He cambiado de casa, cuando la nieve era perpetua en la cima de la vida. No he logrado nada con lo que conseguí a lo largo del tiempo, ni alterar la superficie, ni un poco de agua para mi sed. Podría no saber jamás si en realidad algo se esconde abajo, podría seguir el ejemplo de los lobos y perderme en el bosque hasta ser una sombra. Sé que las brújulas apuntan el río que sueñas mientras te arrastra el deseo irrefrenable del vacío.



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