jueves, 28 de octubre de 2021

[LOS GIRÓVAGOS]


Bajo las formas que nos exigimos
Se emprende el viaje hacia el canto incomprensible
Poseemos cuerpos verdaderos
Distorsiones temblando por las alamedas de los muertos
Mi sueño habita lo alto de las construcciones olvidadas
De danzarines ebrios haciendo girar la noche donde desaparecemos
Se concentra en la carne ese dulzor que maceran lunas lejanas
Las mareas de la sangre golpean todos los órganos que brillan incansablemente
A pesar del pacto que los unen a la ceniza
Pienso en todos ellos corriendo entre las flores de ololiuqui como soles
Los primeros pasos semejantes a los del primer hombre en el espacio
La ensoñación que los posee
Hace que broten bosques de los que son gobernantes
Entendí que lo sagrado no está hecho por la piedra ni el hierro
Sus voces edifican todo en el canto como templo único
Su otra morada imperceptible
Pues ellos son dueños de cientos de verdades dulcísimas
Llaves de los jardines universales
Son el recreo donde se elevan sus juegos diarios
El túnel que atraviesa mi mente trae la noche finísima
Un cabello de Eva entrando con la fuerza de una lanza
Respiro el aroma de la primera mujer en la fábula
El ombligo que sueña lejos del amado
Conocido el orden de las cosas emigramos tras las quimeras que alimentan
La posibilidad magnífica de reconocernos monstruos bellísimos
El fuego mira a través de las grietas del barro
Y su palabra incendia mi casa para hacerla una columna de humo
Piensa en el vértigo de la ascensión:
"Nos encontramos desnudos y desarmados
Mientras el cielo tejía la nueva vestimenta
El nombre del mundo colgaba de los garfios en los mercados
Yo los conocía antes del primer vuelo
Destas plumas que fueron desprendiéndose
Al intentar el lenguaje de la iluminación
Davá ha entrado en mí como un perro rabioso
Este jardín ha enloquecido sus ojos
Qué colores soñaba mientras iba cayendo en los abismos
La pesadilla interminable ha domesticado la bestia
Piénsalo en su niñez atrapado
En las jaulas donde era un ave preciosa
Cantando para perderse en la voz"
No puedo permitir que este árbol resuelva mi peso
Desconociendo el río que erosiona la piedra del corazón
Día tras día
Incansable
Momentos antes que las islas se elevaran
He iniciaran la retirada de las historias a las que pertenecimos
Pero he regresado para recordarles el nombre que tuve en las escrituras
Este jardín ha vuelto a florecer
Mi palacio se ha edificado lejos de la materia humana
He sonreído estos dientes rotos para deleite de los imbéciles.
[de "Yukio entre mandrágoras"]
[...]
Shedim es una palabra hebrea para definir a los demonios benévolos, unos demonios que sólo somos capaces de detectar si abrimos bien los ojos de nuestro corazón al mirar a nuestro alrededor.

No hay comentarios: