miércoles, 20 de enero de 2016

Capitulo final: La destrucción del cielo

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Porque a pesar de todas estas muertes sucesivas, de la idiosincrasia del agua y todo objeto celeste. Me cuestiono este cúmulo de nubes en el pecho. Este despertar en cada gesto que me empareja con la muerte. Pues debido a ello puedo descansar esta turba de colores en la hierba. Porque a pesar de ser cierto, de creer en la supremacía del oro bendito de tus alucinaciones, a pesar de todo esto, puedo hundirme lentamente en el sueño de los metales más preciados que gravitan en torno a la idea fabulosa de tu existencia eléctrica. A pesar de la muerte misma que se instala en este reino donde los pájaros se estrellan a tus pies, confundidos, como yo en este instante donde se quiebra el universo.

Los niños eléctricos y su última visión. Rostov 1932



A ti por todas las razones. Aunque ninguna sea suficiente y verdadera.

martes, 12 de enero de 2016

Día 234: Las madrugadas sin dios

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La pornografía salvará el mundo. Dedicará sus luces intensas a su sonrisa interminable, que todos sueñan detrás de los monitores. Será el momento perfecto para cuando cierren las tiendas y nos quedemos sin dios. Entonces te invité a pasar a mi mesa, a ese agujero donde nos hace falta todo.
Decidiste pasar la noche a pesar de las hermosas mujeres de los catálogos. A pesar del frío. De ese cuerpo que navega entre sábanas todas las noches como un tempano del que nadie sabe nada.
La pornografía salvará al mundo me dijiste, "acaso no ves el cielo en sus ojos tras los monitores", probablemente no aprendimos a amar correctamente, de forma vertical contra el cielo.
Yo puedo pasar esta noche, que no acabará.
Puedo acariciar ese silencio que se erecta cuando cierras los ojos solo para llorar.
Los niños eléctricos. Rostov 1932.