lunes, 25 de agosto de 2014

Paix au Vietnam "Los abismos"

Desde aquí se ven la copa de los árboles, no alcanzo a distinguir el tipo de especie por el humo, en la habitación la visibilidad es casi nula.
Ahora pienso en lo terrible que puede ser el mundo sin su aroma, sin la extensión de su cuerpo, el océano por el que se perdió aún no tiene nombre, por lo menos no encontré uno en los registros, podría ser un despropósito intentar dar con uno.
¿Valdría la pena intentar por enésima vez disparar una luz de bengala hacia la noche?
Las olas no han dejado de golpear en mi oídos, no parado de insinuarme su fondo, quizás algún día un puente lo atraviese, quizás en ese momento podrá tener un sonido para su desesperación.
Han abandonado el edificio, esta paz debería durar por siempre, quizás el humo sea la respiración de ese océano, quizás la ciudad está sumergida, quizás las copas de los árboles estén llenos de sobrevivientes.
El sol se cuela por la ventana como un ladrón, pienso detenidamente en toda la variedad de flores que deben existir a lo largo de los caminos que configuran la muerte.
Fue la primera vez que vi agonizar a un caballo, hermosa bestia, creo que no hay nada más bello, si uno piensa en la muerte como una cura para la vida. La codicia del sueño te impide ver, cuando cayó por primera vez pensé en la fatalidad, ¿Qué clase de flor podría ser? vi como se vaciaban los ojos pero la sensación de vacío desapareció en el instante. Puedo saber que lo obsceno es un camino delgado y peligroso, sentí un asco descomunal por todos los cementerios por sus muertos desconocidos, es una prisión después de todo. Ahora el océano golpea mi puerta, el agua empieza a dejarme sentir el frío, qué será de su voz cuando esté en el fondo, que será de todas las flores que aún no he conocido, me recuesto en el sofá e intento escuchar.
Vietnam es de los lugares donde mejor me ha ido, donde ninguno de los personajes desapareció, he perdido 2 balas desde que empecé con este juego, la pierna ha quedado una cicatriz en forma de luna la otra ha quedado en el techo, puedo verla en este instante, pensar que su sonrisa empezaba a destruirlo todo.




jueves, 29 de mayo de 2014

La primera edad del ruido

Nos hemos vuelto a encontrar cuando ya habían retirado todos los cuerpos, cuando los flashes nos hacían reales ante los ojos del mundo. Estábamos envueltos en papel periódico, llenos de noticias pasadas y grandeza. Sobrevuela la manzana el aliento contenido.

Dejaste la puerta abierta a cualquier suceso que pueda romper la linealidad y el alba de los incautos cazadores de nubes.
Una bocanada de humo se levanta a pesar de la gravedad del choque.
-Qué hermosa es la materia dispersa de los cuerpos-
Yo pude recordar en aquél momento la dimensión exacta del alma en fuga, dejando atrás su cuerpo aún caliente.
La exploración siempre es la prioridad a pesar de los gritos.

He vuelto.