Esta inundación es de vino blanco, deliciosa nube masticable.
Interceptado, color, ave, nido, interceptado. Se filtran estas frecuencias en mi transistor cerebral, en mi bomba de sangre. ¿Cuando me acercaré al ruido?
Uy! postrecitos dulces, aunque no sea dulce, ni me guste el dulce, pero la palabra en sus labios acaramela el mundo y tener los ojos de niño me emociona. Mis barcos perdidos en las acequias han ganado todas las batallas y vienen a mi con las banderas de esas naciones y con todas las paginas de los diccionarios que llevaban sus nombres. La tierra sin ellas. Mi borrador de fronteras, la patria calida del abrazo. La nacion de los soñadores con veintitantos años que no son más que mariposas de humo.
Calladita has sacado tu cabello blanco por la puerta cerrada, calladita como te fuiste. Tu tambien buscabas a tu madre. Calladita mi niña de setentaitantos años, calladita mi niña de los cuacuas.(Llueve) De los arrepentimientos tardios. Ven aqui. Estamos todos reunidos. Ya no hay nadie en casa, papá se marcho hace mucho para volver como un heroe algun dia, cuando nos falten los dias. Por ahora aquicito a mi lado, sientate con tus animales mitologicos, con los tranvias atravesando el sueño. Con las fiestas coronodas de choclos hervidos y niños haciendo hablar a los maizales. Ven a mi lado.
Los he extrañado tanto mis niños.
Esta aguita es la que cae del cielo, arribisima. De donde te caes de espaldas de tanto ver. En donde las cometas son peces y los niños corrientes.
Acuario de aire.
Lentisima el agua de este dia.
Para la sed de revancha para la sed de la sed. Te invito este tostadito de mi bolsillo, el camino al rio. Este esguince de tobillo para que recuestes tu cuerpo en la tierra. Para sentir ese temblorcito. Llueve en el dia alto y todos aqui abajo pensando en dulzuras mientras pelo tu mirada. La fiesta de rumores de falditas de mariposas la fiesta de sudores de ojos saltarines la fiesta de todos en mi pecho. La musica de sus afectos, de los que ya no estan, de los que pesan en los ojos, de los que se hunden en el fondo de mi voz, la musica de todos aquellos detenidos como notas en el borde de los dientes asi, fresquitos, dulzones, amargos, son el ritmo de mis piernas.
Disculpenme he construido una casa con todos ustedes un techito para escuchar la lluvia cuando llega, la del viento cuando huye.
Aqui mismito cabemos todos, con todos sus trapos y sin ellos tambien. Aqui en mis huesos fracturados en mis ojos reventados por los que se fueron en mi vientre que no concibe pero tiene el vacio de la espera aqui en mi pecho poblado de luciernagas en mi cerebro scaneado hasta decir basta. Aqui y afuera donde nos encontraremos con los demas que siguen perdidos.
