martes, 10 de junio de 2025

Manual para niños estúpidos un sábado de terror

Cuan feliz es el hombre sin delito
El mundo que se olvida
del mundo olvidado
El eterno resplandor de una mente sin recuerdos
Se cumplen
las oraciones y se rechazan los deseos




***

Oh, cariño, seguramente deseabas escuchar un coro de ángeles —¿decepcionado, no?— deseabas entender enloquecidamente, aferrarte a las palabras, epifanías reventando como burbujas en tu sueño erótico más patético, pero cuando escuchaste resquebrajarse la enorme pared del glaciar tuviste miedo, y pronto eras un charco de orín y confusión, temblando, atrapado, cuando todo comenzó a derrumbarse no podías creerlo —¿a dónde se fueron tus ángeles? ¿a dónde sus voces?—

Oh, cariño, el escándalo aún sacude tu corazón, y secretamente te sientes vivo, masticas tu lengua por un morbo nuevo, respiras fuerte, frenético, pequeño, ve a casa —ya lo dije antes: esto es un simulacro, el humo que ves siempre estuvo aquí, nadie nunca apagó el incendio.


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