martes, 12 de enero de 2016

Día 234: Las madrugadas sin dios

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La pornografía salvará el mundo. Dedicará sus luces intensas a su sonrisa interminable, que todos sueñan detrás de los monitores. Será el momento perfecto para cuando cierren las tiendas y nos quedemos sin dios. Entonces te invité a pasar a mi mesa, a ese agujero donde nos hace falta todo.
Decidiste pasar la noche a pesar de las hermosas mujeres de los catálogos. A pesar del frío. De ese cuerpo que navega entre sábanas todas las noches como un tempano del que nadie sabe nada.
La pornografía salvará al mundo me dijiste, "acaso no ves el cielo en sus ojos tras los monitores", probablemente no aprendimos a amar correctamente, de forma vertical contra el cielo.
Yo puedo pasar esta noche, que no acabará.
Puedo acariciar ese silencio que se erecta cuando cierras los ojos solo para llorar.
Los niños eléctricos. Rostov 1932.

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