martes, 17 de marzo de 2015

[La muerte de Liu]

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El mar blanco. Para que la risa se eleve y se convierta en un arma. ¿Hace falta utilizar el alma como un gatillo? Nieva, hace horas empezamos esta conversación, el melodrama tal vez pareció un juego inofensivo. pero mírate y mírame ahora. Nuestras civilizaciones aceptan hundirse entre sueños y esperanzas, sobre el lodo de nuestras victorias mínimas.
-Perdón, señora me permite usted quemarle un ojo, se ha llenado de mundo. Perdón señora puedo ver en él un territorio devastado, perdón, dígame sabe que tiene alguna oportunidad de reencarnarse, señora dios quiere huir por su cabeza, permítame clausurar la salida-

[La muerte de Liu]

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